Donald Trump ha acusado a Walmart de utilizar los aranceles a China como excusa para subir precios. En una publicación en «Truth Social», afirmó que la empresa «ganó miles de millones el año pasado» y debería «absorber el coste» en lugar de repercutirlo en sus clientes. «Estaré atento, y sus clientes también», advirtió.
Desde Walmart, el director ejecutivo, Douglas McMillon, ha defendido que trabajan intensamente para mantener precios bajos, pero reconoce que los aranceles suponen «un desafío considerable». Asegura que no pueden asumir el impacto completo debido a los «estrechos márgenes» del comercio minorista.
Aunque Washington y Pekín acordaron una reducción de aranceles del 145% al 30%, la empresa sostiene que sigue siendo insuficiente. Reclaman avances reales en las negociaciones para aliviar la presión sobre sus costes operativos.
Este cruce se enmarca en una tensión comercial persistente entre EE. UU. y China, que sigue afectando a grandes compañías. En abril, la Casa Blanca también criticó a Amazon por una medida similar que finalmente no aplicó.
