Las próximas ‘fronteras’: Cuba, Sudáfrica, Vietnam o Myanmar

Con una perspectiva de largo plazo, este experto considera que las "razones estructurales detrás de la inversión en estos mercados, en general, siguen siendo sólidas, e incluyen buenas tasas de crecimiento potencial, fortaleza del mercado doméstico y de capitales, transferencias de tecnología, ventajas demográficas y, normalmente, bajo endeudamiento soberano y privado".

Ocho de los diez países que según el Fondo Monetario Internacional (FMI) cosecharon un crecimiento más rápido entre 2003 y 2013 eran mercados frontera, y los otros dos puestos los ocupaban China e india. 

Actualmente, varios países, por ejemplo, están experimentando una "evolución positiva", mientras que los "vientos en contra" afectan a otros. Ahora bien, los titulares que hablan de conflictos y tensiones en ciertos mercados emergentes y frontera continúan afectando al sentimiento inversor en general. Por ejemplo, la mejora del entorno macro y el menor riesgo político están beficiando a Sri Lanka o Bangladesh; mientras se discute sobre la posibilidad de levantar los embargos a Irán o las reformas y nuevas ayudas del Fondo Monetario Internacional (FMI) podrían despertar el interés sobre Pakistán…

"No sabemos lo que nos deparará el futuro y esto nos demuestra la importante de la gestión activa de nuestras inversiones, que incluye una investigación sobre el terreno y una selección de títulos arriba-abajo, cuando se trata de mercados emergentes y frontera", aconseja Mobius. Ahora, echemos un vistazo a cuatro "nombres propios" que llaman su atención:

Sudáfrica. El fin del Apartheid en 1994 abrió la puerta a las inversiones en el país, pero desde entonces, su economía ha luchado para alcanzar su pleno potencial. La renta variable sudafricana ha comenzado 2015 con "buena nota", ayudada por las caídas del petróleo. En particular, las empresas minoristas, especialmente las de ropa y alimentos.

Aunque lucha con una crisis de electricidad que podría "atrofiar" el crecimiento, este experto cree que existen oportunidades atractivas de inversión a largo plazo. "Con el Gobierno centrado en la redistribución de la riqueza y unos subsidios sociales extensos", las compañías que suministran bienes y servicios como principales beneficiadas. Además, muchas firmas "disfrutan" de la debilidad del rand frente al dólar y otras divisas africanas. Mientras, el sector inmobiliario ha mantenido un crecimiento estable, con una demanda que supera considerablemente la oferta; y la banca cuenta con un enfoque conservador en lo que respecta a los préstamos. Finalmente, hay empresas sudafricanas invirtiendo en el Continente Africano en infraestructuras, comercio minorista, servicios financieros y telecomunicaciones.

Vietnam. Aunque es evidente que este país ha progresado, "la transformación ha sido más lenta de lo que quisiéramos. La guerra fue muy traumática y la población es sensible a las injerencias extranjeras, lo que ha dificultado la aceptación de la inversión internacional. Pero, gradualmente, los vietnamitas parecen estar superando sus reservas (…) La Bolsa no es muy líquida, pero el país ha tenido un rápido crecimiento y hemos encontrado buenas empresas allí, incluyendo algunas estatales".

Myanmar. El crecimiento en 2013 y 2014 ha sido robusto, superando el 8%, y se espera un ritmo similar para 2015. Sin embargo, "sus mercados de capital aún tiene un largo camino por recorrer antes de que consideremos invertir allí de forma más significativa", afirma. Las elecciones que se celebrarán en noviembre podrían traer consigo menos reestricciones (Estados Unidos y otros países mantienen embargos en el país) y planean crear un mercado de valores, pero aún queda mucho por hacer para desarrollar la infraestructura financiera necesaria. El desarrollo de la inversión extranjera llevará tiempo.

Cuba "es otro país en el que todavía no se puede invertir, pero que vigilamos de cerca". La nueva etapa abierta en las relaciones con Estados Unidos aún es incipiente, y está plagada de obstáculos, pero podría traer consigo avances sustanciales. 

"La capacidad de Cuba de acceder al mercado estadounidense podría hacer que la inversión en exportadoras sea más atractiva. Si el embargo se levanta, muchas empresas que salieron del país regresarían. El férreo control de Gobierno es una barrera para la inversión en general, pero podría aflojarse y la comida sería el primer elemento en liberalizarse (…) a pesar de los obstáculos, creemos que las oportunidades a largo plazo para la inversión potencial en el país parecen enormes", concluye.

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