Abengoa se vuelve a encontrar con los mismos problemas de liquidez de final de año para hacer frente a la paga extra de la plantilla. La compañía ha comunicado a sus trabajadores que la situación actual le obliga a retrasar el abono de la nómina sin una fecha determinada. La empresa ha confirmado a DIRIGENTES que "de momento" no se va a producir el pago, pero que se está trabajando para que se retrase lo menos posible.
Todavía con el acuerdo con acreedores sin cerrarse, Abengoa está a la espera que se produzca el desembolso de 1.200 millones para abrir una nueva etapa. Fuentes cercanas a la compañía señalan que el retraso en las negociaciones está produciendo un descenso acusado de la actividad y tensiones financieras en el grupo. La compañía está centrada en buscar distintas opciones para encontrar liquidez hasta que se cierre de forma definitiva el acuerdo con los acreedores.
A principio de año, los bonistas adelantaron parte de la financiación para aliviar las tensiones de liquidez y facilitar la paga de Navidad. Ahora también se baraja que haya un anticipo por parte de los acreedores o una inyección de liquidez intermedia a través de nuevos préstamos. Desde la compañía también esperan recibir ingresos por las recientes desinversiones que todavía no se han cobrado y seguir con el ritmo de ventas de activos que permita hacer frente a las necesidades más urgentes, como es el pago de las nóminas.
A finales de junio, Abengoa y sus acreedores firmaron un principio de acuerdo sobre el plan de viabilidad de la compañía que contempla la inyección de 1.200 millones. Fuentes cercanas a la compañía afirman que el acuerdo definitivo "está a punto de cerrarse" y que en dos o tres semanas se abrirá el proceso de adhesión para el resto de acreedores al que se deberán sumar al menos el 75% del volumen total de deuda. Entre finales de agosto y septiembre se convocará una nueva Junta Extraordinaria de Accionistas que deberá aprobar el acuerdo para presentarlo al juez concursal.
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