No basta con tener una buena idea. Para atraer inversión, una startup necesita demostrar que está construida sobre algo más que entusiasmo. Mercado, ejecución, propuesta diferencial, equipo… Son los pilares que miran de cerca los fondos de venture capital (VC). Y fallar en cualquiera de ellos puede cerrar muchas puertas.
«Hoy no buscamos solo productos bien diseñados, sino soluciones que respondan a problemas reales con una visión clara de escalado», explica Luis Llorens, Principal en Plug and Play.
Los inversores lo tienen claro: hay una lista de elementos clave que toda startup debe dominar si quiere conseguir financiación.
Ambición global o nada
Uno de los errores más frecuentes entre los fundadores es pensar en pequeño. La mayoría de los VC filtran oportunidades en función del tamaño del mercado. «Si el mercado no supera los mil millones de dólares o no muestra señales de crecimiento sostenido, es muy difícil que avancemos en el análisis», asegura Llorens.
Esta exigencia no es una moda. Según datos de Atomico, solo un 5% de las startups europeas con ambiciones locales llega a cerrar una Serie A. El mensaje es claro: sin visión internacional, no hay partida.
Diferenciarse de verdad, no solo en el pitch
La saturación de soluciones similares obliga a destacar. Pero no basta con decirlo: hay que demostrarlo. «Las startups que captan atención son las que presentan una propuesta que el cliente no solo valora, sino que considera imprescindible», afirma Llorens. Esa necesidad real se convierte en tracción, y la tracción en confianza.
Cuando una startup ofrece algo que otras no pueden replicar, o lo hace de forma más eficiente, es cuando atrae las miradas de los inversores, según explican diferentes fondos como Kfund o FasterCapital.
Validar el problema, no solo la solución
Muchos emprendedores comienzan por la solución sin haber contrastado a fondo el problema. Error grave. Los fondos buscan evidencia directa de que los fundadores conocen a fondo las dificultades del usuario.
«Queremos ver obsesión por el cliente», sostiene Llorens. Esa obsesión se traduce en validación real: entrevistas, pilotos, métricas, cambios de producto tras el feedback. En definitiva, señales de que se ha escuchado y aprendido.
Finanzas para avanzar, no para justificar
No se trata de acertar con las cifras, sino de mostrar criterio. Un plan financiero orientado a hitos transmite madurez. ¿Qué se necesita? ¿Para qué? ¿Qué objetivos se buscan alcanzar con cada ronda? «Las finanzas deben estar alineadas con los pasos críticos del negocio. Esa visión ordenada es más valiosa que un Excel perfecto», advierte Llorens.
La claridad en este punto también es clave para inversores externos. «A veces llegan fundadores con grandes números, pero sin lógica detrás. Preferimos un plan modesto pero coherente», explican desde Encomenda VC.
El equipo como mayor factor de riesgo (o de éxito)
Finalmente, todo se reduce a personas. El equipo fundador es la primera y última línea de defensa del proyecto. En la mayoría de los fondos, prefieren equipos de al menos dos personas con perfiles complementarios: técnico y de negocio.
«Buscamos equipos con resiliencia y experiencia real. Un proyecto puede pivotar, pero si el equipo no es sólido, no hay nada que hacer», resume Llorens.
No es solo una intuición. Según el informe The Anatomy of a Start-up, de First Round Capital, las startups fundadas por equipos con backgrounds diversos tienen un 30% más de probabilidades de cerrar una ronda Serie A en menos de dos años.
