La escalada del conflicto entre Israel e Irán empieza a notarse en los precios internacionales de los fertilizantes. Así lo ha advertido COAG, que señala un impacto directo en productos como la urea, el nitrato y el fosfato, con consecuencias para los costes del campo español.
La organización agraria apunta que Irán ha tenido que cerrar siete de sus plantas de producción de amoniaco y urea, mientras que Egipto ha paralizado su actividad por el corte del suministro de gas israelí.
Esta combinación supone que el 40 % de la urea mundial está fuera de mercado, una situación que COAG define como «más presión sobre los precios y más incertidumbre en el campo».
La situación se complica aún más con la nueva política arancelaria de la Unión Europea, que aplicará desde el 1 de julio un arancel del 6,5 % a los fertilizantes rusos, además de tasas adicionales de entre 40 y 430 euros por tonelada, dependiendo del producto y la evolución hasta 2028.
COAG insta a los agricultores a adelantar las compras previstas para después del verano. Señalan que, si la urea sube de precio, arrastrará al resto de fertilizantes nitrogenados, que son los más utilizados en la agricultura nacional.
En la última semana, los precios internacionales han subido de forma notable:
+7 % en la urea, hasta 425 euros/tonelada,
+5 % el nitrato amónico calcáreo, hasta 355 euros/t,
+4 % el fosfato diamónico (DAP), hasta 575 euros/t.
Para mitigar el impacto, COAG recomienda:
Contratar compras anticipadas con cláusulas flexibles.
Ajustar las dosis mediante análisis de suelo y cultivo.
Valorar el uso de fertilizantes orgánicos.
«Toca planificar, ajustar y digitalizar», señala la organización, que advierte de que las crisis geopolíticas están desestabilizando el mercado agrícola de forma recurrente.