Antonio Brufau, presidente de Repsol, ha señalado que es tan importante la descarbonización como garantizar el suministro en un momento en el que la transición energética no puede desligarse de la situación geopolítica actual.
«La transición energética no puede desligarse de la situación geopolítica, garantizar el suministro es tan esencial como descarbonizar», ha dicho Brufau en su intervención en la jornada de Energía y Geostrategia organizada por Enerclub este jueves.
El directivo ha señalado que en el denominado trilema energético -que habla sobre el equilibrio entre seguridad de suministro, precios asequibles y sostenibilidad ambiental– se ha estado más inclinado hacia la descarbonización y considera que habría que «requilibrarlo» hacia la seguridad de suministro.
«No solo en materias primas estratégicas, también en gas natural, petróleo y sus sustitutos renovables. Necesitamos una verdadera unión energética», ha dicho.
Brufau ha señalado que la diferencia de costes de la Unión Europea (UE) frente a Estados Unidos y China es de 2,5 veces superior, algo que es «insostenible» para la industria y la sociedad.
Asimismo, ha recordado el papel jugado por los combustibles fósiles durante el apagón ocurrido el pasado 28 de abril y ha añadido que éstos serán «necesarios durante décadas».
Brufau ha destacado que hoy el 95% de la energía para el transporte proviene de combustibles fósiles, igual que el 50% de las materias primas para el sector químico.
Respecto al futuro, el directivo ha apuntado que en el 2050, petróleo y gas seguirán representando un mínimo del 45% del ‘mix’ energético.
Además, ha señalado que la Agencia Internacional de la Energía prevé en su escenario base que la demanda mundial de energía primaria crecerá un 0,4% anual hasta el 2050, donde las economías emergentes crecerán un 14%, lo que compensará la caída del 9% de las economías avanzadas.
El directivo ha considerado que «sin competitividad y sin crecimiento económico no habrá sostenibilidad», para lo que se debe respetar «la neutralidad tecnológica y simplificar la regulación».
También ha señalado que para afrontar el reto de la seguridad de suministro hay que revisar, entre otras cuestiones, la percepción del gas natural, donde ha destacado que el gas licuado procedente del fracking estadounidense fue esencial para Europa durante la crisis energética tras la invasión de Ucrania.
Por otra parte, ha señalado que el control de los recursos energéticos y sus rutas de suministro es «esencial» para la seguridad nacional.
Respecto a la evolución del precio del petróleo, Brufau ha señalado que hay varios factores que impactarán en su precio, en un momento de incertidumbre geopolítica que ha incrementado la volatilidad en los mercados financieros y energéticos.
