Durante la conferencia de prensa, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha destacado que «los datos confirman un continuo fortalecimiento de la expansión económica en la zona del euro» por lo que no habría que preocuparse por los riesgos para las perspectivas de crecimiento ya que «están ampliamente equilibrados». Respecto a la inflación – en el 1,3% en la eurozona según el último dato de junio- Draghi ha señalado que ha caído por «la debilidad en los precios de la energía», mientras que el crecimiento de la inflación subyacente sigue siendo en general moderada por lo que «todavía se necesita un grado sustancial de ajuste monetario para que las presiones inflacionarias subyacentes se acumulen». Por lo que Draghi ha vuelto a destacar «la importancia de la aplicación de las reformas estructurales debe intensificarse sustancialmente» y ha subrayado que «necesitamos ser persistentes, pacientes y prudentes». De esta forma, el presidente del BCE ha vuelto a realizar un discurso en un tono más «dovish» y ha querido matizar que su discurso en Sintra no pretendía crear alarma entre los inversores porque «el mensaje siempre ha sido el mismo: ser persistentes» y «mantener el apoyo monetario hasta el que la inflación se aproxime al objetivo del 2% acompañada de un crecimiento económico sostenido». Aún así, en respuesta a las preguntas de los periodistas, Draghi ha subrayado que el BCE no va a poner «una fecha para empezar a hablar de los cambios de la QE» pero ha matizado que «seguramente será en otoño». Por lo tanto, aunque el presidente del BCE ha desmentido lo que dijo en Sintra, si ha dejado la puerta abierta para un posible tapering en septiembre. BCE mantiene la política monetaria sin cambios En su reunión de hoy, el Consejo de Gobierno del BCE ha decidido que los tipos de interés aplicables a las operaciones principales de financiación, la facilidad marginal de crédito y la facilidad de depósito se mantengan sin variación en el 0,00%, el 0,25% y el -0,40% respectivamente. El Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan en los niveles actuales durante un período prolongado que superará con creces el horizonte de sus compras netas de activos. En relación con las medidas de política monetaria no convencionales, el Consejo de Gobierno confirma que las compras netas continuarán al ritmo actual de 60.000 millones de euros mensuales hasta el final de diciembre de 2017 o hasta una fecha posterior si fuera necesario y, en todo caso, hasta que el Consejo de Gobierno observe un ajuste sostenido de la senda de inflación que sea compatible con su objetivo de inflación. Las compras netas se llevan a cabo paralelamente a la reinversión del principal de los valores adquiridos en el marco de este programa que van venciendo. Si las perspectivas fueran menos favorables, o si las condiciones financieras fueran incompatibles con el progreso del ajuste sostenido de la senda de inflación, el Consejo de Gobierno prevé ampliar el volumen y/o la duración de este programa. El BCE no moverá ficha hasta 2018 Los expertos y analistas han acertado al señalar que el BCE no haría ningún movimiento en esta reunión de julio, al mismo tiempo, que el organismo monetario se esperará hasta final de año o principios de 2018 para tomar nuevas decisiones sobre la política monetaria. Desde Bank of America apuntan a que el fin del QE se podría producir durante 2018, tal y como muestra el gráfico, debido a la naturaleza de «la selloff reciente y la forma de la curva de Eonia sugieren que el mercado está fijando los precios al final de QE podría ser tan pronto como junio de 2018».
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