Soledad Núñez, subgobernadora del Banco de España, ha alertado de la pérdida de valor que pueden sufrir las propiedades ubicadas en zonas inundables, lo que podría tener consecuencias en la banca y los inversores institucionales.
Durante su intervención en la clausura de una nueva edición de los Viernes Verde del supervisor bancario, Núñez ha recordado que una parte significativa de los balances financieros está vinculada al sector inmobiliario, por lo que existen riesgos climáticos físicos que deben ser considerados.
Según ha señalado, las aseguradoras ya están registrando mayores costes en siniestros y valoraciones a la baja en propiedades situadas en zonas vulnerables, lo que también impacta en el sistema bancario y en fondos de inversión.
Por este motivo, ha defendido que el sector financiero debe implicarse en la adaptación climática, desde la concienciación del cliente hasta el desarrollo de productos que financien medidas de prevención y aseguren estos riesgos.
Núñez ha subrayado que las políticas de adaptación sobre el agua, el suelo o el nivel del mar deben ser transparentes y acompañarse de datos y herramientas adecuadas para una gestión eficaz.
Solo así, ha dicho, las empresas podrán estimar bien los riesgos y valorar sus medidas de adaptación.
La subgobernadora considera que las entidades deben evaluar su exposición al riesgo climático, actuar con antelación y ofrecer instrumentos que respalden la sostenibilidad, como préstamos verdes, requisitos de asegurabilidad más rigurosos o incentivos para prevenir impactos.
En los casos donde no se puedan aplicar medidas preventivas eficaces, ha propuesto que las instituciones financieras adopten estrategias de recuperación para mitigar la vulnerabilidad restante.