Los bancos de la eurozona deberán prepararse para operar con menos liquidez. El Banco Central Europeo (BCE) ha advertido este martes de que el exceso de liquidez en el sistema financiero bajará a niveles que ya no cubrirán las necesidades del sistema bancario. En este contexto, el BCE exige a las entidades que adapten sus estrategias de financiación y utilicen las herramientas disponibles para evitar tensiones.
«En la medida que el exceso de liquidez se reduce en el sistema, los bancos deben adoptar sus planes de financiación a medio y largo plazo», ha señalado Patrick Montagner, miembro del Consejo de Supervisión del BCE, en una conferencia celebrada en Fráncfort.
Planes rigurosos y desglosados
Montagner ha instado a las entidades a presentar planes detallados que incluyan fuentes de financiación, instrumentos, divisas, y que contemplen restricciones regulatorias, legales y operativas. Estos planes deben ser probados rigurosamente, con registro claro de las posibles desviaciones.
Además, ha subrayado que las entidades deben garantizar la movilidad efectiva de la liquidez y garantías dentro de los grupos bancarios, incluso en escenarios de tensión. Los supervisores no interpretarán el uso de las facilidades de crédito del BCE como señal de debilidad, sino como una herramienta de gestión normalizada.
Desde 2023, el BCE está reduciendo el exceso de liquidez por dos vías: no reinvierte los bonos adquiridos que vencen y recibe devoluciones de los préstamos a largo plazo que concedió a los bancos durante la pandemia. Esto ha provocado que los colchones de liquidez se alejen de los depósitos y se apoyen más en garantías movilizables.
Sin embargo, no todas las entidades están preparadas. Tras años con altos niveles de liquidez, algunos bancos no disponen a tiempo de garantías suficientes para cubrir sus necesidades.
Montagner ha pedido a las entidades que anticipen también presiones sobre los diferenciales de crédito y aumentos en los costes de financiación en este nuevo escenario.