La tranquilidad ha llegado a los parqués del viejo continente después de la reunión del BCE que tuvo lugar en el día de ayer. El Banco Central Europeo reafirmó la tendencia ultracomodaticia de su política monetaria e indicaba que el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito se mantendrán sin cambios en el 0,00%, el 0,25% y el -0,50%, respectivamente.
Y es que la entidad cambió su orientación sobre los tipos de interés para asegurar que se mantendrán así o incluso más bajos.
La inflación ya no asusta al BCE, que seguirá siendo «agresivamente» acomodaticio”, asegura Patrice Gautry, economista jefe de la UBP.
“El tono de la declaración es aún más dovish: este cambio a un enfoque basado en las perspectivas podría haber sido más vago. Decir que la inflación tendrá que alcanzar el 2% «con bastante antelación» al final del horizonte de previsión, mientras que el BCE espera que la inflación sólo alcance el 1,4% para entonces (en 2023) es como decir que «no habrá subida de tipos antes de 2024», como mínimo. Esto está en línea con lo que el mercado está valorando de todos modos, pero la claridad del compromiso es inesperada”, comenta Gilles Moëc, Economista Jefe del Grupo AXA IM.
“Aunque el continuo incremento de los casos, encabezado por la variante Delta, sigue causando incertidumbre a nivel mundial, consideramos que el actual ‘temor de aumento’ es exagerado, y que va a remitir, lo que a su vez apoyará a los mercados mundiales de renta variable. El hecho es que el apoyo fiscal y monetario sigue siendo significativo, las tasas de vacunación están aumentando y las economías se están reabriendo gradualmente, lo que indica que los próximos meses serán positivos», comenta Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro.
1970-01-01 00:00:00