La economía suiza se enfría levemente ante la incertidumbre internacional. Los asesores del Gobierno helvético han reducido este lunes la previsión de crecimiento del PIB en 2025 del 1,4% al 1,3%, debido al impacto persistente de las tensiones comerciales globales.
La revisión también afecta a 2026, para el que se espera ahora un avance del 1,2%, frente al 1,6% que se preveía en marzo.
Un contexto de incertidumbre arancelaria
Los expertos advierten que estos cálculos se hacen bajo el supuesto de que no se intensifiquen los conflictos comerciales, exacerbados desde que Estados Unidos impuso aranceles generalizados del 10% a las importaciones, con tasas adicionales para algunos países.
Pese a este contexto, el PIB de Suiza creció en el primer trimestre de 2025 un 2% interanual, mejor de lo previsto, gracias al buen comportamiento de sectores clave como el químico y el farmacéutico.
Demanda interna como contrapeso
Parte de ese crecimiento también se debe a las medidas empresariales adoptadas ante la amenaza de nuevos aranceles, un patrón observado también en otras economías europeas como Alemania e Irlanda.
En este entorno, el Gobierno suizo considera que la demanda interna podría jugar un papel estabilizador, impulsada por una inflación baja, que se sitúa en el 0,1% para 2025, frente al 0,3% estimado anteriormente.