Los alojamientos de turismo rural en España prevén alcanzar una ocupación media del 60% durante los meses de julio y agosto, según los datos de los principales portales y asociaciones del sector.
El verano sigue siendo la temporada estrella para este tipo de turismo, que contribuye a dinamizar el entorno rural. Aunque el clima influye, la temperatura no es un factor decisivo en la elección de destino, según destacan los operadores.
La plataforma EscapadaRural.com ha estimado una ocupación del 40% en julio y superior al 50% en agosto, con previsiones de cerrar el verano en niveles similares a 2023, en torno al 60% de ocupación media.
Este tipo de alojamiento se mantiene como una de las principales opciones vacacionales, ya sea como destino central o como escapada de fin de semana. Además, las reservas de última hora suponen una parte relevante de la demanda, especialmente en agosto.
Asturias, con un 62% de ocupación, lidera las reservas por comunidades, seguida de Cataluña (57%), Navarra (57%), Murcia (56%) y Galicia (52%). Por provincias, destacan Barcelona (66 %), Córdoba (61%) y Pontevedra (60%).
Según el Observatorio de Turismo Rural 2024-2025, el impacto económico del turismo rural asciende a 91 euros por persona y día, un 6,5% más que en 2023.
Desde la Asociación Española de Turismo Rural (Asetur), cifran sus previsiones en una media nacional del 70%, con la expectativa de alcanzar el 90% con las reservas de última hora. Entre las provincias destacadas figuran Segovia y Canarias, ambas con un 65%, y Toledo, con un 70%.
«Las temperaturas ya no son determinantes para elegir destino», señaló Pedro Carreño, presidente de Asetur. La estancia media se sitúa entre cinco y seis días, y alcanza siete días en destinos como Canarias o Baleares.
La Asociación de Profesionales de Turismo Rural (Autural) prevé una ocupación del 50% en julio y del 65% en agosto. «Hay una buena demanda de solicitudes de reserva y cada día mejora la ocupación», indicó su presidente, Francisco Parra.
Según el INE, en España existen más de 18.000 alojamientos de turismo rural, que suman 167.000 plazas y generan empleo para cerca de 27.000 personas.