El BCE no mueve ficha

Por quinta reunión consecutiva, el Banco Central Europeo (BCE) mantiene sin cambios su política monetaria. Deja el tipo de interés en el 0% al que lo rebajó en marzo. No varía tampoco el de facilidad marginal de crédito, en el 0,25%; ni el facilidad de depósito, recortado asimismo hace tres reuniones hasta el -0,4%. La autoridad monetaria de la Zona Euro «sigue esperando que los tipos de interés se mantengan en los niveles actuales, o inferiores, durante un período prolongado que superará con creces el horizonte de nuestras compras netas de activos». En relación con las medidas de política monetaria no convencionales, «confirma que las compras mensuales de activos por valor de 80.000 millones de euros continuarán hasta el final de marzo de 2017, o hasta una fecha posterior si fuera necesario, y en todo caso, hasta que observe un ajuste sostenido de la senda de inflación que sea compatible con su objetivo. Sin embargo, su presidente, Mario Draghi, deberá explicar hasta que punto están avanzadas las conversaciones en torno a una posible reducción paulatina de estas adquisiciones (lo que se conoce como tapering), teniendo en cuenta que el fin de las mismas se ha fijado en marzo de 2017 y que hace pocas semanas se hablaba ya abiertamente de que la autoridad monetaria estaba planificando esta estrategia de salida de sus estímulos. Aunque la autoridad monetaria ‘negaba la mayor’, lo cierto es que el nerviosismo del mercado ha ido in crescendo en un círculo vicioso entre, por un lado, el miedo a perder este apoyo cuando la recuperación económica apenas convence, con una inflación, sí, en máximos de dos años, pero aún lejos del objetivo del 2%, y la posibilidad de un Brexit ‘duro’ planeando. Y, por otro, la delicada situación que atraviesa el sector financiero, la formación de una burbuja en los mercados de deuda y la necesidad de que los Gobiernos entren en acción. En este contexto, Daniel Pingarrón, estratega de IG, cree que el discurso de Draghi será “valioso” y se hace eco de las estimaciones de S&P. Firma que no espera que se anuncie el tapering antes de finales de 2017 y que, de hecho, apuesta por una extensión del horizonte temporal del QE en el encuentro de diciembre. Con esta hipótesis coincide Jonathan Loynes, economista jefe europeo de Capital Economics. Este experto prevé que el BCE “prepare el camino para nuevas acciones” en la reunión del último mes del año. Reconoce que, a pesar de que el crecimiento en la Zona Euro se ha mantenido estable, “hay buenas razones para creer que su trabajo está lejos de haber acabado”. El impacto en el consumo del aumento de los precios del petróleo o las consecuencias del Brexit son dos de ellas. “No creemos que Draghi esté pensando en el tapering. E incluso si lo estuviera haciendo, el compromiso de mantener el QE hasta marzo significa que cualquier medida en este primer sentido requeriría necesariamente de una extensión del propio programa”, añade. Y concluye: “No aguardamos ninguna acción este octubre y puede que pocos detalles sobre diciembre”. ¿Cambio de régimen? Mientras tanto, para Ken Leech, director de inversiones de Western Asset, filial de Legg Mason, la “buena noticia” de toda esta amalgama de datos mixtos, efectos perversos y shocks políticos, es que las políticas del BCE “están comenzando a funcionar. Están ganando tracción, y eso es positivo”. A pesar de ello, descarta “un cambio de régimen de manera inminente”. Niega de manera rotunda que el BCE vaya a reducir sus estímulos en esta reunión, aunque, matiza: “podría ajustar la asignación de sus inversiones o el capital invertido”. Los deberes de Draghi y la reunión de diciembre Para Franck Dixmier, director global de renta fija de Allianz Global Investors, Draghi, “debería mantener una vez más todas las opciones abiertas y mostrar flexibilidad en cuanto a la eventual adaptación de su programa”. En cualquier caso, añade, “creemos que la situación actual no requiere ninguna medida de urgencia por parte del BCE, y que una reducción del QE sería prematura en este momento. Por el contrario, la reunión en diciembre podría ser muy importante”. Entonces, adelanta, “es probable” que el banquero italiano “desee articular la adaptación de las modalidades técnicas de su programa con un cambio de rumbo en la política monetaria. Disociar estos dos elementos no tendría ningún sentido». Pistas sobre las posibles líneas de actuación Diciembre es a fecha clave también para Álex Fusté, economista jefe de Andbank. “Con el nuevo escenario macro y las primeras proyecciones a 2019, parece ser un mejor momento para anuncios de calado”, afirma. Aún así, cree que en este encuentro “sí podríamos seguir teniendo pistas sobre las posibles líneas de actuación, donde la rebaja del tipo depo parece descartada y los ‘tiros’ irían más por una flexibilización del QE actual: desde posibles desviaciones, al menos temporales, sobre las compras en función del porcentaje en el capital del BCE, a ampliaciones del porcentaje máximo comprado por ISIN (del 33% actual al 50%), cuestiones obligadas si pensamos en cualquier extensión temporal más allá de marzo 2017”.

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