El Ibex salva ‘in extremis’ los 11.000 puntos tras caer un 1,4% en la semana griega

Atenas no incumplirá (de momento) sus compromisos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero aplaza los abonos, que ascienden en junio a 1.600 millones, a finales de mes. Ningún país se acogía a esta posibilidad desde Zambia en la década de los 80. "Con esta decisión, que el Gobierno heleno siempre ha dicho que adoptaría si veía posibilidades de llegar a un acuerdo, el país gana tiempo para seguir negociando con sus acreedores la liberación del último tramo de  7.200 millones del segundo programa de rescate", explican los analistas de Link Securities.

Por tanto, añaden, la "crisis griega" retrasa su resolución, "por lo que seguirá ejerciendo como factor de incertidumbre para los mercados en las próximas semanas. Eso sí, el 30 de junio parece ya una fecha definitiva para conocer su desenlace, al menos en el corto plazo". Una nueva "patada hacia delante" que no gusta a los inversores que reaccionan vendiendo activos de riesgo: los números rojos mandan en Europa y las rentabilidades de la deuda siguen escalando posiciones: La rentabilidad del bono estadounidense a 2 años ha tocado el 0,7520% tras el dato de empleo, su nivel más alto desde abril de 2011. Y en Europa, la rentabilidad del bono alemán a 10 años asciende 4,9 puntos básicos al 0,889%. En el caso del bono a diez años español, la tir repunta 9,4 puntos básicos al 2,193%.

Los bandazos han sido constantes durante toda la semana para la Bolsa española, que se ha movido, al igual que el resto de Europa, al son que marcaban los rumores sobre un posible acuerdo entre Atenas y sus acreedores. Tras superar los 11.300 puntos en la sesión del martes, el Ibex 35 ha estado a punto de dejarse los 11.000 en la última jornada de la primera semana de junio. Pero finalmente no ha sido así. Peor parada ha salido la Bolsa griega, que ha cerrado hoy con una caída del 4,96%. El temor a un impago ha provocado una salida de los bonos a más corto plazo, con el rendimiento de la deuda a dos años subiendo 200 puntos básicos, desde el 22% hasta el 24%. A 10 años, la rentabilidad supera el 11%, situando la prima de riesgo del país de nuevo por encima de los 1.000 puntos básicos.

Lo cierto es que todo apuntaba a una sesión mucho peor en Europa, que ha mejorado tras conocerse nuevos datos de empleo en EEUU. El Informe de mayo ha sorprendido al alza, arrojando una creación de 280.000 puestos de trabajo, frente a los 226.000 esperados. Pero sobre todo, ha mostrado una mejora en el componente salarial: la retribución media por hora se ha incrementado un 0,3% en tasa mensual y un 2,3% en tasa interanual (mejor ritmo desde mediados de 2013), frente al 0,2% y el 2,2%, previsto. Por su parte, la tasa de paro ha repuntado hasta el 5,5%, desde el 5,4% anterior y estimado.

Por si las dudas que despierta la situación helena fueran pocas, el organismo capitaneado por Christine Lagarde ha revisado a la baja las previsiones de crecimiento de Estados Unidos (hasta el 2,5%, desde el 3,1% previo, para 205; y hasta el 3%, desde el 3,1%, previo, para 2016), al tiempo que "recomendaba" a la Reserva Federal (Fed) retrasar hasta mediados del año que viene la primera subida de tipos.

Al mismo tiempo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se ha reunido en Viena y, tal y como se esperaba, ha mantenido la producción de petróleo en los 30 millones de barriles diarios, a pesar de las turbulencias que atraviesan los precios del crudo y de que si finalmente se alcanza un acuerdo definitivo con Irán y se levantan las sanciones al país, éste incrementará tanto la producción como las exportaciones de "oro negro".

De momento, el petróleo espera el desenlace del encuentro con caídas: el Brent, en los 62 dólares por barril; y el West Texas, en los 57. Finalmente, el euro retrocede posiciones y se cruza en los 1,11 dólares. Los analistas técnicos de Citi señalan que superar los 1,1335 pondría en cuestión la tendencia a la baja iniciada en mayo del año pasado; mientras tanto, el primer soporte lo sitúan en los 1,1148 y, más abajo, en los 1,097.

Francisco Sánchez-Matamoros, analista de XTB, explica que para la próxima semana el entorno de mercado debería cambiar para la renta variable española, en niveles lógicos de entrada para el medio plazo. "El mercado debe continuar lateral y aburrido para los largoplacistas, a los que sólo les queda acumular en niveles como los actuales. Si finalmente el Ibex 35 aguanta los 11.000 puntos, el rebote le podría llevar rápidamente a niveles del entorno de los 11.300 puntos a los largo de la semana venidera", explica. A su juicio, aquellos busquen rentabilidad en el corto plazo continuarán teniendo oportunidades gracias a la gran volatilidad instaurada en el mercado".

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