Estado de shock. Así están viviendo empleados e inversores la hecatombe que desde el pasado martes vive Gowex tras el informe de Gotham City en el que acusaba a la empresa de falsear sus cuentas. Algo que el sábado por la noche era confirmado por el propio presidente de la compañía, Jenaro García. Pero, ¿quiénes hay detrás del capital de la empresa? ¿Puede este episodio acabar con las expectativas del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) de convertirse en una verdadera alternativa para las cotizadas de menor tamaño?
La Asociación Europea de Inversores Profesionales (Asinver) ha estimado en unos 5.000 el número de inversores afectados, y ya ha denunciado a la compañía, así como a M&B Auditores, a Bolsas y Mercados Españoles (BME) y al asesor registrado EY, ante la Fiscalía. Según sus cálculos, los importes medios de estos inversores rondarían entre 10.000 y 15.000 euros. Al estar suspendida de negociación y solicitar el concurso de acreedores, lo más probable es que los accionistas pierdan la mayor parte de su inversión.
Aún así, los minoristas no son el grupo de mayores afectados, ya que era el equipo gestor quien controlaba el 62% del capital. Otro 15% pertenecía a gestoras y aseguradoras, y firmas como TIAA ref Investment Management, JP Morgan, Vanguard, Santander Asset Management, Allianz Global Investors, Credit Agricole, Axa Funds, Blackrock, o Fidelity entre otras, mantenían posiciones de menor tamaño. Jenaro García es el máximo accionista de la compañía.
No solo son malas noticias para los inversores de la compañía. También para la credibilidad del MAB, al que se le acusa ?al igual que a la CNMV y a la propia BME- de no haber localizado antes las irregularidades de la empresa. Por si fuera poco, y según consta en las cuentas de Gowex del pasado año, la compañía debe al Instituto de Crédito Oficial 8,92 millones de euros. Además, la compañía recibió 4,8 millones de euros por parte del Ministerio de Industria y otro del Ministerio de Economía en las ayudas previstas para cotizar en este mercado.
La situación también ha pasado una dura factura al resto de empresas cotizadas en el MAB, que en la sesión de ayer registraban desplomes que en algunos casos llegaron a superar el 20%. Incluso 4 de ellas han comenzado ya los trámites para abandonar este mercado y dar el salto al Mercado Continuo, en el que, por cierto, en su día cotizaba Pescanova y el contagio tras su concurso de acreedores no se produjo en el parqué.
Algunas voces apuntan a que si el escándalo sigue contagiando a otras empresas del MAB, este mercado podría poner fin a los días del MAB, uno de los proyectos más ambiciosos de BME en los últimos años y que, sin embargo, nunca ha cumplido con las expectativas creadas, ni en cuanto al número esperado de cotizadas ni a los volúmenes de negociación. Negocio, Zinkia y Bodaclik son algunos de los ejemplos visibles de los problemas que ha sufrido este mercado en los últimos años.
El MAB se estreno en 2009 con las ventajas de incentivos fiscales y una normativa más flexible para las empresas cotizadas. La idea era que aquel mismo año el número de compañías en el mercado ascendiese a 25. Sin embargo, a fecha de hoy (contando aún con Gowex y las que están en concurso de acreedores), ese número se limita a 23.
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