Francisco González: «La corrupción es el cáncer más dañino de un país»

El presidente de BBVA, Francisco González, no se suele prodigar mucho en comparecencias públicas. Todos los años presenta las cuentas anuales del banco y la rueda de prensa es uno de los acontecimientos que congelan las agendas de los medios de comunicación. Sus intervenciones son directas y concisas sin perder la cara a las preguntas de los periodistas. Y es que suele contestar a todo sin pelos en la lengua. En la misma línea se ha expresado en una entrevista en profundidad del suplemento dominical de ABC en la que aborda la actualidad sin tapujos.

El máximo dirigente del segundo banco de España por tamaño ante un tema tan delicado como la corrupción no rehúye las preguntas. "Nunca van a encontrarnos en ningún apunte de Bárcenas ni de nadie. El dinero B no se conoce en el banco que yo presido [rotundo]. Ni se conoce ni existe, claro. Se pueden abrir todas las puertas y todas las ventanas y puede entrar quien quiera que no va a encontrar nada; nada que esté en conocimiento del consejo de administración o de la alta dirección del banco. La gente sabe cuál es el modo de gobierno de este banco y por eso a mí nadie me pide nada", afirma tajantemente y explica, "Al principio, sí recibimos algunas peticiones para ayudar a financiar a algún partido; pero siempre dije que los principios de legalidad y transparencia por delante para poder actuar. Si nos piden un crédito, que pasen por la comisión de créditos, en la que yo nunca he estado en los 18 años que llevo en el banco… y en la que nunca estaré… ¡Hace muchísimos años que nadie me pide nada!".

González dice que se mueve bajo la transparencia y principios sólidos. "Me ha dado muy buenos resultados el principio de que aquí se puede hacer todo lo que uno quiera con tres condiciones. Uno, que sea legal, que esté de este lado de la ley; que no se trata de contratar a un abogado famosísimo para que busque agujeros; que no me interesa estar en esa frontera en la que un día puedes ganar y otro perder… Dos, que lo que hagamos sea publicable, que resista el titular de cualquier periódico. Y tres, que sea moralmente aceptable por la sociedad; que todo lo que hagamos sea transparente y que nuestros clientes lo entiendan bien".

Tampoco elude su relevo al frente del banco. "Yo no sé cuándo me voy a jubilar, eso depende del consejo de administración, de los accionistas y de la fuerza que yo pueda tener para rematar esta obra física (la ciudad del BBVA) que es fabulosa y que va a ser un icono de Madrid".

El banquero señala que el futuro del negocio pasa por aprovechar las nuevas tecnologías e Internet. "Google y Amanzon empiezan a dar sus primeros pasos en los servicios financieros. Hace años advertí de que estos señores, tarde o temprano, vendrían al sector bancario. Hoy hay ataques parciales, como en los pagos con PayPal, pero la amenaza digital irá a más", y añade, "entiendo esta amenaza como una enorme oportunidad. La mayoría de las plataformas de los bancos se hicieron en los años sesenta y setenta, y casi nadie se ha atrevido a dar el paso porque es un trabajo enorme. En 2007, nosotros empezamos a edificar nuestra casa digital por los cimientos, que son las plataformas tecnológicas. Empezamos desde cero".

También aborda el desafío de independencia de Cataluña. "Si la gente supiera de verdad lo que significa una independencia, se lo pensaría dos veces. El tema independentista hay que verlo con frialdad y con cierta distancia, dentro de lo que es un Estado de derecho que tiene una Constitución".

González es optimista sobre la economía española. Opina que el próximo años crecerá a un 2% y pone en perspectiva la recuperación. "Lo que se debe ver es cómo estaba España al final de 2011 y cómo está en este momento. Claro que hay más paro, pero es necesario observar cómo se mueve la película. De haber seguido con las políticas que teníamos en el año 2011, hoy seríamos un país quebrado. Gracias a Dios, este Gobierno tomó una serie de decisiones que han conseguido que España tenga credibilidad internacional otra vez".

Pero no se olvida de pedir más reformas. "Un sistema fiscal que premie más la creación de riqueza, el ahorro, y la inversión, y creo que el Gobierno está en eso. Hace falta estabilizar el precio de la energía porque tenemos una situación que, probablemente, no es la adecuada. Es necesario liberalizar muchos sectores en los que todavía no hay competencia suficiente. También es necesario hablar de la Administración del Estado español: ¿es ésta la Administración que necesitamos? Quedan cosas por hacer".

Además, es crítico con el comportamiento de algunos compañeros de profesión. "Algunos banqueros se han dejado llevar por el corto plazo y por la codicia y han hecho mal las cosas. También es verdad que algunos supervisores no han tomado las medidas a tiempo, porque la crisis internacional se veía venir", señala.

hemeroteca

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *