Todo para no perder el ritmo del mercado que tampoco ha dejado atrás en estos dos años en los que ha vivido en Londres, mientras duraba su cláusula de no competencia con sus ex compañeros de Bestinver. Sobre su salida de la gestora de Acciona, en la que logró tasas de retorno anuales cercanas al 16%, ha reconocido que "se anunció de manera muy brusca".
El gestor reconoce parte de la culpa en el terremoto causado en el sector, pero también considera que ofreció "una transición tranquila". "Estuvimos negociando quince meses. Fue un error de las dos partes que obviamente no espero repetir en el futuro", ha asegurado durante la presentación de su libro.
Pocos detalles sobre su nueva gestora. Aunque ya tiene nombre, habrá que esperar a que el regulador dé su visto bueno para conocerlo. Será, según indica, una gestora sencilla, abierta al público en general y con marcado sello español. "No me planteo hacer nada fuera de España. La estancia en Londres ha sido siempre una idea de temporalidad", explica Paramés, indicando que la decisión de crear una firma propia vino dada tras estudiar todas las oportunidades (incluida su tan comentada incorporación a azValor), y no encontrar un proyecto que se ajustase del todo a sus ideas.
"Para aplicar estrictamente lo que explico en mi libro, he considerado que la mejor manera es con mi propio proyecto", insiste, asegurando que "hay sitio para todos en un mercado amplísimo y mucho más interesante que hace 10 años".
Lo que sí está claro es que mantendrá su filosofía value por encima de todas las cosas: "No creo que cambie mucho respecto a mis últimos 25 años", asegura, explicando que "en el mundo de la inversión tienes que tener las ideas claras, convicciones profundas y sólidas, pero con una cierta flexibilidad mental y estar abierto a nuevas ideas".
La macro, a un lado
Paramés anima a los inversores a mirar a este tipo de estrategias value como fórmula de generar valor a largo plazo de una manera activa. "Me gusta que el cliente tome la decisión activa de venir a trabajar", indica. Eso no significa que siempre recomiende una gestión activa. El experto reconoce que, con la evolución de las Bolsas, los fondos pasivos pueden ser la mejor opción para aquellos clientes que tengan menos conocimientos del mercado.
Durante estos dos años, Paramés ha seguido mirando compañías, especialmente tras la crisis desencadenada con China el pasado verano, algo que, a su juicio, "sigue provocando que haya cierta disfunción en el mercado, lo que lo hace interesante de nuevo".
Sin embargo, prefiere dejar la macro a un lado. "Los bancos centrales están haciendo un experimento que no va a llevar a ningún sitio, aunque ellos digan que sí", ha criticado. "La única manera de defenderte de una situación en la que los bancos centrales tengan éxito y destrocen las monedas, es ser accionista de activos reales", insiste.
Asegura que no dedica mucho tiempo a mirar las políticas monetarias que tanto han marcado la evolución de los mercados en los últimos años. "Todo lo que se refiere a macro y política monetaria lo leo fuera de horario de oficina, simplemente por afición, no porque vaya a influir en mis decisiones de inversión diarias".
A su juicio, en el entorno actual hay que seguir apostando por ese punto de inflexión que él mismo ya atravesó hace años, trabajando en Bestinver, en el que pasó de buscar compañías de valor puramente baratas a apostar por compañías de calidad. "Se dice que cuanto más vieja es una empresa, más tranquilidad dará. Y estoy completamente de acuerdo".
Aunque lógicamente este no es el único criterio por el que hay que guiarse, a Paramés no le interesa, al menos de momento, ninguna empresa con menos de 15 años de vida. Ni Facebook ni Google ni Amazon. "Estamos encantados con su trabajo, pero por ahora preferimos ser espectadores".
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