En el artículo anterior analizábamos si las inversiones denominadas como responsables eran merecedoras de ese apelativo y concluíamos que la gran mayoría no lo eran.
En este analizaremos si esos montos de inversiones, aun las legítimamente calificadas, logran mejoras en la sostenibilidad de las empresas y proyectos objeto de sus inversiones.
Para facilitar la discusión, la dividiremos en dos partes, los mercados primarios donde se emiten los valores y los mercados secundarios donde se transan después de emitidos.
Mercados primarios de valores sostenibles
Estos son los mercados dende se emiten por primera vez los valores para captar recursos del público o de instituciones para financiar empresas o proyectos que hayan sido calificados como responsables.
Son muy pocas las empresas calificadas como tales que hacen aumentos de capital y emiten acciones en los mercados de inversiones socialmente responsable, ISR. Lo más común es que emitan en mercados tradicionales y posteriormente pasen a ser transadas en los mercados ISR.
Los mayores volúmenes en el mercado primario de valores responsables son las emisiones de bonos verdes, sociales y sostenibles para el financiamiento de empresas y proyectos, cuyos recursos tienen destinos muy específicos y que son reguladas por principios de emisión y control, ya sea de instituciones privadas, como la International Capital Markets Association, ICMA, o multilaterales como la Comisión Europea (solo los tiene para los verdes) o gobiernos como China.
Recursos para las empresas
La característica común y destacable de estos valores es que los mercados aportan recursos frescos a las empresas o proyectos para llevar a cabo inversiones en actividades tipificadas como sostenibles (por ejemplo, la Taxonomía Verde de la Unión Europea) y que deben divulgar información previa y a posteriori, y sometida a verificación, del uso sostenible de los recursos.
En este caso sí se puede hablar de que los recursos aportados en estos mercados pueden tener un impacto tangible sobre la sostenibilidad empresarial en particular y la ambiental en general.
Ello no obsta para solo sea una parte de los recursos los que sean efectivamente utilizados en estas actividades, o que las actividades terminen teniendo impactos dudosos. Pero la intención y el proceso así lo pide. Son recursos adicionales dedicados a la sostenibilidad.
Y aquí es necesario hacer una aclaración. Se ha popularizado la modalidad de emisión de «bonos ligados a la sostenibilidad», por lo cual las empresas se comprometen al logro de alguna meta relacionada con la sostenibilidad, pero los recursos obtenidos son de libre disposición de la empresa, sin obligación de invertirlos en actividades sostenibles.
El potencial impacto sería vía el logro de las metas que han condicionado la emisión, pero, en general, suelen ser metas que la empresa pretendía lograr de todas maneras. No tienen obligación de invertir los recursos obtenidos en ello. En muy pocos casos se puede decir que los recursos han tenido impacto.
Mercados secundarios de valores sostenibles
En los mercados secundarios ISR se transan valores emitidos en el pasado que tengan características de sostenibilidad, que son aquellos que fueron emitidos ya con esa calificación en los mercados primarios comentados arriba, y los valores que la adquieren estando ya comercializados en los mercados tradicionales.
El segundo caso son la inmensa mayoría de los valores a los que alguien ha calificado con alguna característica de sostenibilidad y que son adquiridos por fondos ISR, que analizábamos en el artículo anterior (donde enfatizábamos las dudosas tipificaciones de muchos de estos valores y fondos).
Pero lo más importante es ¿qué impacto tienen estos mercados secundarios en la sostenibilidad?
- Impacto directo
No tienen impacto directo adicional alguno ya que los montos totales de inversiones en estos mercados (digamos los 240.000 millones de euros que reporta Spainsif) son en su mayoría resultado de calificación de los valores y su inclusión en los mercados secundarios de ISR.
Solo en algunos casos son valores que tuvieron emisión primaria con recursos para la sostenibilidad, y si así fue, ese potencial impacto corresponde al mercado primario, no al secundario donde se transan.
Y los montos transados tampoco tienen impacto alguno ya que se trata de transacciones entre un comprador y un vendedor, sin que la empresa reciba parte alguna de esos montos transados para hacer inversiones.
- Impacto indirecto
No obstante, es posible que tengan un impacto indirecto en la sostenibilidad. Es el caso de inversionistas responsables activistas que adquieren esos valores con el objeto de influenciar las decisiones de los dirigentes hacia la sostenibilidad, ya sea vía resoluciones en las asambleas generales de accionistas o con involucramiento directo con la dirigencia.
También es posible el impacto indirecto vía la reputación de la empresa, ya que la dirigencia que quiera mantener sus valores comercializados en los mercados ISR, y mantener el favor de sus stakeholders suele llevar a cabo actividades para mejorar su sostenibilidad empresarial.
- Impacto falacia
Hay quienes que creen que la desinversión en valores de empresas que tienen practicas irresponsables las harán mejorar su comportamiento. Esto es una falacia ya que los valores de los que venden serán comprados por otros, que, muy posiblemente, les importa mucho menos la responsabilidad de la empresa.
El único impacto de la desinversión es que los que venden se sentirán un poco mejor (el warm glow del artículo anterior), aunque a veces es obligación de la política de inversión del fondo. Podría ser más responsable tratar de involucrarse mientras se es propietario de los valores.
Conclusión
Los montos reportados sobre las inversiones responsables y las volúmenes transados en los mercados ISR, dan una impresión exagerada y equivocada de su contribución a la sostenibilidad empresarial y ambiental. No, esos montos no han contribuido a la sostenibilidad.
Los mercados secundarios tienen muy poco impacto y en todo caso es indirecto. Son solamente los valores emitidos en los mercados primarios, bien regulados, aquellos cuyos recursos deben invertirse en actividades sostenibles los que sí tienen un potencial de impactarla.