Las empresas no financieras españolas vieron caer en el primer trimestre de 2025 un 17,9% su resultado operativo, que registró su mayor descenso interanual desde los primeros compases de la pandemia, lastrado por el sector energético.
Según los datos publicados este martes por el Banco de España, este desplome se produjo a pesar de que la cifra neta de negocio de las empresas aumentó un 4,6% interanual, lo que sugiere una erosión importante de los márgenes operativos.
La principal causa ha sido el comportamiento negativo de los sectores energético y de refino, cuyos márgenes y precios se contrajeron de forma severa: el resultado ordinario del sector industrial cayó un 87,3%, impactado por la contracción del refino y de la fabricación de material de transporte. En el caso del sector energético, la caída fue del 17,5%.
Si se excluyen estos sectores, el resultado ordinario neto (RON) habría aumentado un 2%, lo que evidencia el efecto distorsionador de estas ramas intensivas en capital dentro de la muestra trimestral del Banco de España, muy centrada en grandes compañías industriales y energéticas.
La rentabilidad sobre el activo neto -que mide lo que gana cada empresa en función de lo invertido- bajó del 4,3% al 3,6%, situándose también en uno de los niveles más bajos desde 2020.
El mayor retroceso se dio en la industria -especialmente en el refino-, donde la rentabilidad cayó del 9,4% al 2,6%. En cambio, comercio y hostelería vieron repuntar su rentabilidad hasta el 10,2% y su RON en un 25,6%.
El deterioro general también se vio acentuado por la caída de los ingresos financieros (-27%), debido principalmente a menores dividendos, y por el incremento de los gastos de personal (4,2%). Los gastos financieros, por su parte, descendieron un 9,9%.
El empleo se mantuvo dinámico: el número medio de trabajadores creció un 1,4%, y la remuneración media lo hizo un 2,8%. Aunque positivas, estas cifras también contribuyen a la presión sobre los márgenes.
Los datos proceden de una muestra de 843 empresas con información trimestral, sobrerrepresentada en los sectores energético e industrial, que cubren el 10,6 % del valor añadido bruto de las sociedades no financieras.
