La inflación en Italia se mantuvo estable en mayo respecto a abril y se situó en el 1,7% interanual, frente al 1,9% del mes anterior, según los datos provisionales publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística italiano (Istat).
«La variación mensual nula del índice general es el resultado de dinámicas opuestas entre las distintas componentes: por un lado, se reducen los precios de la energía no regulada y de los servicios de transporte; por otro, aumentan los precios de los alimentos y de los servicios recreativos, culturales y para el cuidado personal», explicó el Istat en una nota.
La desaceleración de la inflación se debe, principalmente, a la bajada de los precios de los bienes energéticos regulados (del 31,7% al 29,1%), de los no regulados (del -3,4% al -4,3%) y de los alimentos no elaborados (del 4,2% al 3,7%).
También se ralentizaron los precios de los servicios recreativos, culturales y para el cuidado personal (del 3,6 % al 3,0 %) y de los servicios relacionados con el transporte (del 4,4 % al 2,6 %).
En cambio, subieron los precios de los alimentos elaborados (del 2,2% al 3,2%) y se moderó la caída de los bienes duraderos (del -1,4% al -0,8%).
En mayo, la inflación subyacente, que excluye la energía y los alimentos frescos, bajó ligeramente de 2,1% a 2% mientras que los productos de la llamada «cesta de la compra» se encarecieron, con un aumento del 2,6% al 3,1%.
En cuanto a las previsiones, la inflación acumulada para 2025 se mantiene en el 1,4% para el índice general y en el 1,6% para la inflación subyacente.