La producción de acero en España creció un 3,7% en 2024, hasta alcanzar 11,9 millones de toneladas, según ha informado la patronal Unesid durante su junta general.
Es el primer repunte desde 2022, aunque el sector aún no ha recuperado los niveles previos y opera en un contexto marcado por la incertidumbre internacional.
El crecimiento se apoya principalmente en los aceros no aleados, con 10,8 millones de toneladas producidas, un 7,5% más que en 2023. En contraste, el acero inoxidable cayó un 37,2% y el aleado un 9,4%.
La demanda total alcanzó los 13,5 millones de toneladas, su mejor dato desde 2018, aunque gran parte del repunte favoreció a proveedores extracomunitarios, cuyas exportaciones a España crecieron un 20,4%, elevando su cuota de mercado al 34,5%.
Las importaciones aumentaron un 2,9%, hasta los 10,4 millones de toneladas, impulsadas por el crecimiento de las compras a Asia, con China como primer exportador mundial.
En paralelo, las exportaciones españolas se estabilizaron con un ligero repunte del 1%, sumando 7,7 millones de toneladas.
La patronal ha vuelto a denunciar la falta de competitividad energética, reclamando una reforma del Estatuto del Consumidor Electrointensivo. Según ha señalado Carola Hermoso, su directora general, «si se tienen en cuenta servicios de ajuste, cargos e impuestos, la industria española sigue pagando una luz más cara que en otros países europeos».
Hermoso ha recordado que el descuento del 80% en peajes eléctricos, que suponía 40 millones de ahorro para el sector, fue eliminado con la derogación del decreto ómnibus. Aunque hay un compromiso verbal de la ministra Sara Aagesen para restaurarlo con carácter retroactivo, aún no se ha aprobado.
Además, Unesid ha advertido de las tensiones arancelarias globales y ha pedido medidas de apoyo específicas para las empresas más afectadas por la volatilidad comercial.
