Septiembre de 2008. Lehman Brothers se hundía y daba el pistoletazo de salida a la mayor crisis financiera global jamás contada. Un año antes, las familias españolas mantenían 714.508 millones de euros de ahorro bajo el paraguas de depósitos bancarios y efectivo, según datos del Banco de España recogidos por Inverco. Una cifra que, a medida que se agudizaba la crisis, fue creciendo hasta rondar un máximo de 847.500 millones en 2015, en un escenario en el que los tipos en mínimos eran ya la nueva normalidad del mercado. La escasa compensación por tener ese dinero ‘seguro’ (con las entidades bancarias rebajando prácticamente a cero el interés de sus depósitos, que había superado incluso el 4% en los momentos de gloria del sector) no ha supuesto una barrera para que depósitos y efectivo sigan siendo el destino favorito del ahorro de las familias españolas. A cierre del tercer trimestre de 2016, la cifra en estos activos se situaba en 850.965 millones de euros, lo que supone un 0,4% más que el año anterior y casi un 30% más que en 2006, antes de la crisis. Un año antes de la caída de Lehman, la cantidad invertida por las familias españolas en instituciones de inversión colectiva (fondos de inversión, IIC extranjeras y Sicavs) era de 205.311 millones de euros. Y la caída de los mercados en 2008 provocó que la cifra se situara en 149.338 millones. Hasta 2013 no se vio una recuperación en el sector, con 176.466 millones de euros registrados aquel año, pasando a 219.843 en 2014 y 251.517 millones en 2015. A cierre del tercer trimestre la cifra se situaba en 255.936 millones de euros. El crecimiento ha sido positivo, y los expertos auguran más años buenos para el sector. Pero no como el boom que se anticipaba en un principio. «Soy pesimista con las cifras que apuntan a un trasvase total de depósitos a fondos«, indican desde una entidad financiera nacional. «A los bancos tampoco les conviene que el movimiento sea muy agresivo, porque tienen que mantener a raya sus balances y cuentas de resultados», explican. Aún así, las perspectivas son de un crecimiento continuado para los próximos años. Sin embargo, y tras el crecimiento reciente, los fondos apenas representan el 9,5% del ahorro financiero de las familias. Una cifra que se amplía al 12,8% si se tienen en cuenta además Sicavs e IIC extranjeras. Aún así, se queda por debajo aún del máximo del 12,9% alcanzado en 2015.
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