La inflación sigue siendo un aspecto importante para la generación de movimientos en los mercados. En este sentido, el equipo de expertos de Deutsche Bank elaboró un informe describiendo cuáles son las perspectivas que maneja España y cómo influirá en los distintas parcelas. Para la entidad germana, España necesita continuar reduciendo su «deuda internacional neta manteniendo un superávit de cuenta corriente, es decir, asegurando que los ahorros sean más altos que la inversión». Curiosamente, mientras que el CLU de España aumentó mucho en la primera década del siglo, su recorrido de exportación no se vio afectado de manera drástica. El gran aumento de las importaciones es lo que provocó los grandes déficits en cuenta corriente de la crisis presoberana. Así pues, las empresas exportadoras pueden haber podido mantener su competitividad sin costo mediante préstamos de inversión «en en un entorno de bajos tipos reales y una caída en la participación laboral». Este argumento se sostendría a la luz de la sensibilidad de los precios de exportación a los ULC).
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