La Renta Variable sigue siendo la opción preferida por los inversores, canalizando el 65 % de estos flujos. En concreto, la Renta Variable europea ha sido la más atractiva, especialmente después de los resultados obtenidos en las elecciones francesas, que despejaron las dudas sobre el futuro de la Unión Europea, según los datos proporcionados por Amundi. A continuación, encontramos la Renta Variable emergente que continúa el rebote iniciado en 2016, atrayendo más de 2.000 millones de euros. La Renta Variable americana, por otro lado, experimentó un cambio en la tendencia con reembolsos de más de 1.000 millones de euros en el segundo trimestre, al arbitrar los desde Estados Unidos hacia la Eurozona. Los flujos hacia productos Smart Beta ascendieron a 2.200 millones de euros, con value y mid cap como factores más populares, en línea con lo observado el primer trimestre. En el universo de la Renta Fija, la situación es esencialmente la misma que en la parte de Renta Variable, con una continuación de las tendencias observadas el primer trimestre. Por lo tanto, la deuda de países emergentes sigue recibiendo la mayor cantidad de flujos, con casi 7.000 millones de euros en la primera mitad del año.
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