La estabilidad de los emergentes siempre preocupa a los inversores. Las olas de ventas en las bolsas de los países desarrollados muchas veces han venido de la mano de estos mercados y por eso la lupa está puesta sobre el diagnóstico de sus economías. En base a ello, pueden existir más riesgos o menos riesgos en aras de tener un futuro más tranquilo. En el escenario actual tenemos a los dos bancos centrales más importantes del mundo cada vez coincidiendo más en el análisis de la situación. Mario Draghi, presidente del BCE, cada vez abre más la puerta a la normalización monetaria, a la retirada paulatina del programa de compras de activos, y a la posterior subida de tipos de interés. El miedo subyace en la idea de que se pueda repetir el llamado «Taper Tantrum» que engulló a los mercados financieros en 2013 cuando la Fed anunció que comenzaría a reducir su programa cuantitativo. Aunque nadie conoce la respuesta con certeza, el equipo de estrategia de renta variable global de Bank of America Merrill Lynch (BAML), asegura que los mercados emergentes parecen estar mucho mejor posicionados ahora que lo que estaban en el pasado basado en su modelado de vulnerabilidad financiera. Ajay Singh, Kapur Ritesh y Samadhiya Aritra Baksi, analistas de la entidad norteamericana, explican que de los 17 mercados asiáticos emergentes dentro estos modelos, sólo uno, Filipinas, muestra una alta vulnerabilidad financiera. Durante el episodio «Taper Tantrum» en 2013, 10 de cada 17 sufrieron una alta vulnerabilidad financiera. “No nos sorprende que los swaps por incumplimiento crediticio (CDS) de Asia / EM y los diferenciales de bonos sean bajos”, comentan los analistas.
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