¿Listo para una reasignación de activos? Factores de riesgo para las carteras

1. La Fed, una política monetaria incomprendida

El mercado laboral se ha recuperado de manera significativa en los últimos 18 meses, y los salarios están comenzando a repuntar, lo que abre la puerta a un aumento en los tipos de interés antes de fin de año. La Fed sigue preocupada por los riesgos macrofinancieros que pueden derivarse de un aumento brusco en las tasas a largo plazo, en un contexto de sobrevaloración en el mercado de renta variable. El organismo se moverá así lentamente, con lo que la claridad de sus comunicados sigue siendo el principal desafío para los inversores. La velocidad en el incremento de tipos dependerá, en última instancia, de tres factores: la reacción de los tipos a largo plazo, la evolución del dólar y la capacidad de la economía para manejar una política monetaria menos acomodaticia.

2. Eurozona, el fin antes de lo esperado del QE

El BCE se ha mostrado favorable a continuar su plan de compra de deuda hasta septiembre de 2016, incluso si la economía mejora. No hay amenaza de un aumento significativo de inflación mientras que las tasas de desempleo siguen siendo elevadas, con lo que los tipos reales deben permanecer bajos para facilitar el proceso de desapalancamiento. Un incremento en las tasas de interés (o el euro) podría anular la recuperación. El temor sobre la solvencia de algunos estados podría resurgir, con lo que el BCE no tiene otra opción de intervenir si fuera necesario con el fin de anclar las expectativas de recuperación.

3. Sobreestimación del crecimiento económico

El QE, la depreciación del euro, la caída en los precios del crudo el aceite, y una flexibilización en las condiciones financieras han ayudado a mejorar las perspectivas de crecimiento. Pero desde el punto de vista del mercado, el riesgo es ahora una decepción en lo que se refiere al alcance de esa recuperación, especialmente en la inversión empresarial.

4. Grecia

La relación entre Grecia y sus acreedores permanecerá tensa hasta el último minuto. El riesgo de un default, una reestructuración de la deuda (que es insostenible), o nuevas elecciones, incluido un referéndum sobre el Grexit, es elevado. Sin embargo, el riesgo de una salida de la Unión Económica Monetaria aún parece bajo, con las encuestas mostrando que el 70% de la población desea mantener el euro como moneda.

5. Reino Unido = Brexit

Las elecciones del pasado 7 de mayo han dejado clara la posibilidad de un referéndum sobre el ‘Brexit‘ antes de 2017. Aunque es demasiado pronto para preocuparse por esta posibilidad, hay que tener en cuenta que la situación abriría también la puerta a una una votación en Escocia sobre su papel en Reino Unido, ya que la región si quiere permanecer en la UE a toda costa.

6. Continuidad en el rebote del precio del petróleo

La subida en los precios del petróleo, cercana al 50% desde sus mínimos en 45 dólares, parece una corrección de una reacción exagerada a la baja. Desde un punto de vista fundamental, el equilibrio entre oferta y demanda sigue apuntando a favor de un precio más bajo que en los últimos años: por un lado, porque la oferta es estructuralmente más importante y, por el otro, porque la demanda será menor, ante la evidencia de un comercio mundial más débil y una mayor eficiencia energética que en los principales países emergentes.

7. Incertidumbre en China

El desafío principal del gigante asiático está en el control del crédito y la banca en la sombra (shadow banking), además de una reducción en la deuda privada, préstamos en mora y volver a un crecimiento más sólido de la productividad. China maniene los medios para mantener a raya estos factores, pero la transición e implementación resultan difíciles. Así, la flexibilización de las políticas monetarias se mantendrá.

8. Países emergentes: la caída del crecimiento

Las expectativas de una subida en los tipos de interés de la Fed durante el primer trimestre parecen bien ancladas en estas regiones. Sin embargo, los fundamentales de algunos países son preocupantes. Sobre todo el temor a una recesión en Rusia y Brasil o la marcada desaceleración en China, con las presiones inflacionistas en algunos de estos países. Para Amundi, el riesgo de que la caída en el crecimiento se acelere en 2015 es limitado, pero debe ser vigilado muy de cerca por los inversores.

9. Un crash en el mercado de bonos

El rendimiento de los bonos a largo plazo ha aumentado significativamente en las últimas semanas, especialmente en la zona del euro. Esta tendencia corresponde en parte a un aumento en las expectativas de inflación (el aumento de las tasas reales es mucho menos evidente que el aumento en las tasas nominales). Desde un punto de vista fundamental, no hay ninguna razón para ver este incremento en las tasas reales, con un potencial de crecimiento limitado y el elevado desempleo en la región. Para una reasignación de carteras, pensamos que las tasas a largo plazo continuarán subiendo, también en EEUU.

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