Alicia Asín, CEO de Libelium Alicia Asín, CEO de Libelium

«Llegué a normalizar ser la única mujer en una reunión»

Alicia Asín es la CEO de Libelium desde hace casi 20 años y valora que ahora las mujeres participen en paneles tecnológicos.
Alicia Asín, CEO de Libelium

Alicia Asín saltó del aula de la universidad a unas salas de reuniones en las que era la única figura femenina. De sus casi 20 años al frente de Libelium destaca, como un regalo, haber tenido un buen desarrollo profesional sin cambiar de empresa ni ciudad.

TOFF.- Acabamos de celebrar el día de la Mujer y la niña en la Ciencia. ¿Qué te hizo decidirte por estudiar una carrera que tradicionalmente ha sido masculina?

AA.- Es curioso porque cuando yo comencé a estudiar Ingeniería Informática había más mujeres de las que hay ahora. Éramos 23 chicas en una promoción de 80 personas. Es verdad que algunas compañeras abandonaron a lo largo de la carrera, pero también es cierto que, según tengo entendido, hoy en día no son tantas mujeres las que entran.

Lo que me atrajo de la ingeniería era que es realmente una forma de ver la vida siempre como un problema que puede resolverse si gestionas bien tus recursos y encuentras la manera de hacerlo. De alguna manera eso iba mucho con mi personalidad y ese componente tan eminentemente práctico que tiene la ingeniería, que te permite ver el impacto que tiene todo tu esfuerzo en un cortísimo plazo, cuando no al momento, para mí fue algo totalmente decisivo.

TOFF.- ¿Encontraste obstáculos por ser mujer? ¿Y apoyos?

AA.- Creo que he tenido mucha suerte en mi carrera profesional. Siempre me he sentido muy respetada y apoyada. En mi caso, creo que ha sido especialmente importante saber rodearme de un equipo que siempre ha estado dispuesto a acompañarme y que comparte mis valores.

TOFF.- ¿Cómo surge la idea de emprender y poner en marcha un negocio como Libelium?

AA.- Libelium nació de un proyecto de fin de carrera de mi compañero de clase de aquella época. Con más ilusión que conocimiento lo transformamos en una empresa, gracias al apoyo de diversas instituciones zaragozanas, incluidas la Universidad de Zaragoza, donde ambos estudiábamos. Vimos el gran potencial que tienen las redes de sensores conectadas (el tema del proyecto) y en 2006 nos lanzamos pensando que sería algo fácil de llevar a cabo.

TOFF.- ¿Algunas vez has pensado que si hubieras sido hombre habrías tenido más fácil el acceso a la financiación o mayores facilidades?

AA.- Hasta hace bien poco, que abrimos el capital en una doble estrategia de crecimiento orgánico e inorgánico, Libelium se financiaba de manera autónoma. Al inicio, los fundadores tirábamos de premios o proyectos que nos ayudaran a contratar a personal para seguir innovando. No tardamos en ser sostenibles económicamente y dejar de vivir con nuestros padres. Si nos denegaban alguna vía de acceso a financiación era por el conservadurismo de bancos y cajas ante una idea que no llegaban a entender, más que por mi condición de mujer.

TOFF.- No solo eres una de las fundadoras, también eres CEO. ¿Qué balance harías de tu gestión? ¿Crees que ser mujer ha influido en tu estilo de gestión?

AA.- Siempre que hago un balance a largo plazo me da muchísimo vértigo. Pensar que una idea que salía de un proyecto final de carrera de la Universidad ha llegado a lo que es hoy, un referente en soluciones inteligentes para la sostenibilidad de ciudades y empresas, no deja de sorprenderme.

Estos casi 20 años han sido una sucesión constante de mejoras y cambios incrementales que me han obligado a reinventarme como CEO y aprender conforme la empresa iba creciendo.

En los primeros años, fue una fase de supervivencia y luego tuve que complementar mi formación en Ingeniería con conocimientos financieros para estar a la altura de los desafíos diarios. Por eso, mi estilo de gestión se ha ido adaptando a las necesidades de la empresa, y esto creo que es algo que tenemos que hacer todos los emprendedores, independientemente de que seamos hombres o mujeres.

Pero sin duda, lo que más agradezco de Libelium es que, sin cambiar de empresa ni salir de mi ciudad, Zaragoza, he tenido un recorrido profesional muy enriquecedor. Es un regalo muy positivo que me llevo.

TOFF.- Llevas más de 18 años al frente de la empresa, ¿en estos años has notado un cambio en el papel de la mujer dentro de las empresas de tu sector? Y en el ámbito particular, ¿has sentido un cambio de trato en tus reuniones o en la forma de hacer negocios en este tiempo?

AA.- Cuando comencé el desarrollo corporativo de Libelium era la única mujer en muchas de las reuniones en las que estaba, pero no identifiqué ningún trato excepcional por ser mujer, ni para bien ni para mal.

Sí se daba, por ejemplo, un pequeño vicio en los paneles de debate: había mesas enteras llenas de hombres hablando de tecnología o empresa y luego había una de mujeres para hablar sobre, precisamente, ser mujer. No podía evitar pensar que, para alcanzar una auténtica igualdad, habría que empezar por invitar a mujeres a formar parte de paneles horizontales que hablasen sobre tecnología, política, economía y sobre todos los aspectos que nos afectan como personas y en los que podemos aportar con nuestra visión.

Ahora sí veo a mujeres en este tipo de paneles y me alegra haber contribuido, de alguna manera, a corregir este vicio.

Alicia Asín durante una conferencia
Alicia Asín durante una conferencia

TOFF.- ¿Qué políticas de igualdad estáis desarrollando dentro de la compañía?

AA.- Contamos con un plan de igualdad ya consolidado que guía todas nuestras acciones y nos permite avanzar hacia una empresa más justa e inclusiva. Este plan abarca diversas áreas, desde la selección y contratación de personal, hasta la formación y promoción de nuestros empleados. Ya hemos realizado algunas formaciones de sensibilización para toda la plantilla, con el objetivo de promover un ambiente de trabajo libre de discriminación y estereotipos. En definitiva, queremos que Libelium sea un espacio donde todas las personas se sientan valoradas y respetadas.

Además, hemos obtenido el sello EFR (Empresa Familiarmente Responsable), por nuestras medidas de conciliación, como el teletrabajo y la flexibilidad horaria. Creemos que la vida personal y profesional deben ser compatibles, y trabajamos para que nuestros equipos puedan equilibrar ambas de la mejor manera.

TOFF.- ¿Crees en las cuotas?

AA.- Ojalá poder aplicar cuotas en determinadas áreas, pero lo que faltan son mujeres ingenieras, por ejemplo. En el caso de Libelium, contamos además con una dificultad añadida: debemos competir por el talento, femenino y masculino, con ciudades que a priori son más atractivas, como Madrid o Barcelona.

En un contexto en el que la tecnología cobra más relevancia día a día, las profesiones con mayor remuneración van a estar cada vez más ligadas a tener conocimientos tecnológicos. Por lo tanto, si queremos que realmente la brecha salarial no se agrande todavía más, necesitamos más mujeres que opten por carreras de ingeniería y ciencia, así como una mayor representación en puestos de responsabilidad, para participar en las decisiones que se tomen a futuro y poder asegurar mejores carreras profesionales para las mujeres.

Debemos tomar conciencia de que la tecnología es transversal y de que hay muchas salidas profesionales cuando una tiene una formación STEM. Cuando los adolescentes están en los últimos años de instituto todavía tienen en la cabeza las profesiones más «típicas» y no tienen en cuenta la cantidad de salidas profesionales que hay, incluidas las directivas (gestión de personas, de equipo, de negocios), y que todas ellas necesitan un fuerte background tecnológico. Muchos jóvenes piensan que si estudian algo relacionado con la ciencia estarán en un laboratorio, pero esa es solo una de las muchas opciones que tendrán.

TOFF.- Tienes multitud de premios pero muchos tienen en común que llevan el subtítulo de “primera mujer en recibirlo”. ¿Qué supone eso para ti? ¿Es un añadido de responsabilidad?

AA.- Intento tomarme los premios como un reconocimiento al trabajo de toda la empresa, de la cual yo soy la parte más visible, más que como un galardón a nivel personal. Al fin y al cabo, un CEO no es nada sin su equipo.

En nuestros comienzos nadie hacía lo que hacíamos nosotros. Existíamos antes incluso de que se acuñara el término Internet of Things. Estábamos poniendo las vías para que pasara el tren, por así decirlo. Hacíamos cosas extrañísimas como monitorizar paneles de abejas o mandar sensores al espacio, que llamaban mucho la atención de medios y jurados de premios. Por supuesto, que uno de los co-fundadores fuera una mujer lo hacía todavía más exótico, pero era un extra, no el núcleo.

Si esta exposición ha servido para inspirar a otras mujeres en su empeño para construir carreras más ambiciosas, bienvenida sea. Al final, lo que importa son los resultados y el impacto que tenemos en el mundo.

TOFF.- ¿Qué consejo le darías a una mujer que está estudiando y quiere emprender o ser directiva de una empresa?

AA.- Que aprendan rápido que van a ser cuestionadas continuamente. En el momento en el que aceptas que ese cuestionamiento va a ser así y que no es porque estés haciendo nada especialmente mal, sino simplemente porque eres mujer, la verdad es que tu vida mejora bastante y te cambia la perspectiva.

Y por supuesto, que no se autexcluyan en la formación STEM porque la tecnología te apela ya seas ingeniera o abogada. Por eso escribí «Toma el poder de tus datos». Quise hacer una llamada a la acción para que todos tomemos el control de nuestros datos y entendamos el impacto de la tecnología en nuestras vidas. Lo escribí con la mente puesta en mi madre y en mis hijas, pero me gustaría que fuera un alegato de empoderamiento a la ciudadanía en general.

TOFF.- ¿Crees que las mujeres estamos bien representadas en el mundo empresarial? ¿Supone un desempeño extra ser mujer en el liderazgo de negocios?

AA.- Se ha avanzado mucho, pero aún queda camino por recorrer. En mi caso, llegué a normalizar que en una sala de reuniones siempre fuera la única mujer. Con el tiempo, he llegado a la conclusión de que debemos ser generosas y pensar, no ya en las que estamos en esa sala de reuniones, sino en las mujeres que no están en esa sala de reuniones y qué hay que hacer para cambiar esto.

TOFF.- Eres madre de niñas. Si repitiera esta entrevista con una de ellas dentro de 15 años, ¿qué respuesta te gustaría que me dieran?

AA.- Cuando me piden echar la vista hacia adelante mi mente tecnófila me lleva a los gemelos digitales, como los que hacemos en Libelium. Un gemelo digital es una representación virtual de un elemento del mundo real. Puede ser una fábrica entera o un gemelo de la calidad del aire de una ciudad, por ejemplo. Los gemelos digitales nos ayudan a anticiparnos a los retos y tomar mejores decisiones para ser más resilientes en el futuro. Por eso, yo creo que no hace falta que mis hijas, o las hijas de cualquier compañera, busquen a nadie como referente. El mejor referente que vas a tener eres tú misma en una versión mejorada y auténtica. Es mucho más motivador e inspirador, ¿no crees?

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