Seamos sinceros: si tu espíritu navideño está ahora mismo en la UCI es por culpa de esas colas kilométricas donde tu espacio vital se reduce a cero. Pero tranquilo, tenemos el antídoto.
España está llena de mercadillos satélite que mantienen la magia estética de la Navidad pero con una «experiencia de usuario» infinitamente más amable. Hablamos de esos sitios donde el vino caliente no sabe a tetrabrik recalentado, la artesanía no viene en un contenedor de China y, lo más importante, no necesitas usar los codos como armas letales para avanzar dos metros.
Olvídate de la Plaza Mayor o de Santa Llúcia por un año (no se van a ir a ninguna parte). Hemos seleccionado cinco coordenadas «anti-estrés» para una escapada exprés este puente. Sin agobios de parque temático y, con suerte, sin Mariah Carey taladrándote el tímpano en bucle.
Prepara la bufanda (y la paciencia, que esa la vas a conservar intacta).
Alcalá de Henares: El planazo a tiro de Cercanías
Si Madrid centro te da ansiedad social, pilla el tren a Alcalá. La ciudad de Cervantes ha montado un festival de invierno en toda regla en la Plaza de Cervantes. Tienen 32 puestos, pista de hielo y noria, pero con aire para respirar.
- El plan para este puente: La agenda viene cargadita. El sábado 6 tienes a Sonia Andrade (18:30 h) y el domingo 7 al Spin Gospel Collective (18:30 h) para ponerle banda sonora épica a tu paseo.
- El «extra»: Ojo a su tardeo de preúvas con DJs locales. Un guiño moderno para ir ensayando las campanadas sin atragantarse.
- Para los clásicos: El Belén Monumental está en la Antigua Fábrica de Gal (sí, hay que moverse, pero merece la pena para redescubrir la ciudad).

Mercado da Estrela (Santiago): El «Indie» del norte
Este es, posiblemente, el secreto mejor guardado de Galicia (y mira que guardan bien los secretos). En el claustro de San Martiño Pinario, este mercado le quita la naftalina al concepto navideño.
- El rollo: Olvida los villancicos rancios; aquí hay sesiones DJ y ritmo propio. Es un festival cultural disfrazado de mercadillo.
- Shopping: Ideal si buscas regalos únicos y huyes del dropshipping.
- Foodie: Food trucks con pulpo y marisco. Porque la Navidad entra mejor con el estómago lleno y a cubierto de la lluvia gallega.

Vale, el complejo de Calatrava ya parece una nave espacial de por sí, pero en Navidad se transforma. Eso sí, aviso a navegantes: el mercado de artesanía pata negra arranca el 17 de diciembre (de 11:00 a 22:00 h).
- ¿Entonces qué hago este puente? Disfrutar del entorno y las actividades previas que arrancan a mediados de mes. Es el lugar perfecto para pasear en un entorno de ciencia ficción.
- El dato pro: Cuando abran los food trucks, cenar bajo las estrellas aquí es otro nivel. Si tu escapada se alarga hasta Nochevieja, apunta que abren por la tarde.

Sevilla: Artesanía de la buena en el Paseo de Cristina
Sevilla tiene un color especial, y en Navidad, además, tiene un mercado que huye de la baratija. La cita arranca justo mañana, 5 de diciembre.
- La ubicación: Los Jardines del Paseo de Cristina. Mucho menos masificado que la zona de la Catedral, así que puedes pasear sin sentirte una sardina en lata.
- Calidad: Aquí todo tiene «denominación de origen». Más de 50 talleres con certificado. Si compras aquí, quedas bien seguro.
- Horario: De 11:00 a 15:00 y de 17:00 a 21:00 h. Perfecto para intercalar con unas cañas al sol.

📍 Mercado de Santander (Plaza de Pombo): La opción «confort»
Mientras otros apuestan por el neón cegador, Santander mantiene la clase. Se han mudado a la Plaza de Pombo para estar más recogiditos y coquetos.
- El ambiente: Es un refugio del «Made in Cantabria». Juguetes locales, cerámica, cuero… y esa sensación de «norte elegante».
- El plan: Paseo bajo las luces, visita a una de las 40 casetas y, obligatoriamente, terminar con algo caliente en las manos mientras escuchas algún concierto o ves a Papá Noel (que también se pasa por allí).

Out of Office: Activado
Si me buscas hoy, viernes 5 de diciembre, no me encontrarás frente a la pantalla. He decidido aplicar mis propios consejos (a medias) y adelantarme a las masas.
Estoy, muy probablemente, en el mercadillo de Nuevos Ministerios con el eterno dilema: ¿Me pido una burger gocha o un chocolate caliente? (Spoiler: caerán los dos).
Vuelvo el martes 9 de diciembre con las pilas cargadas y, seguramente, algún kilo más de felicidad. Si me escribes, te respondo en cuanto consiga limpiarme el azúcar de los dedos a mi vuelta.
¡Feliz puente!
