¿Cómo valora este tiempo en el nuevo cargo y la evolución del negocio de Banca Privada?
Muy positivamente. En Banca Privada llevamos varios años creciendo a ritmos anuales del 20% tanto en número de clientes como en patrimonio gestionados. En particular, los activos fuera de balance han crecido a tasas anuales de en torno al 40%. Este año el crecimiento mantiene su dinamismo. Hasta junio, el crecimiento de clientes con un patrimonio superior a 300.000 euros en Banca March fue del 23% y de casi el 18% en lo que respecta volumen de negocio. En activos fuera de balance hemos crecido un 35% en esta área.
¿Qué valor añadido ofrecen frente a sus competidores?
Estamos respaldados por una serie de características que ahora son muy valoradas, como la solidez financiera, con un TIER 1 cercano al 20%, nuestra gran liquidez o baja morosidad del 4,76% frente al 11% del sector. Eso se combina con una filosofía de tranquilidad, perfil conservador y preservación del patrimonio. Somos el único banco familiar que queda en España y el no cotizar también nos trae muchas ventajas, como no tener una necesidad imperiosa de dividendo constante. Pero nuestra ventaja competitiva se basa en el largo plazo, la transparencia, la independencia y la profesionalidad. Ofrecemos un traje a medida al cliente y, aunque seamos más conocidos por nuestro modelo conservador, tenemos el talento y los medios para gestionar todo tipo de perfiles.
¿Cómo encaja el concepto de coinversión en este tablero?
Es crucial para nuestra propuesta de creación de valor. Aporta solidez. El mejor ejemplo de ello es nuestro buque insignia, la Sicav Torrenova. Originalmente era de la familia y después se brindó a los clientes la posibilidad de sumarse. Hoy es la mayor Sicav de España, con más de 1.200 millones de patrimonio gestionado. Participan en ella casi 5.000 clientes y sigue creciendo.
Puede leer la entrevista completa en la revista DIRIGENTES del mes de noviembre
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