La compañía detrás de ChatGPT podría protagonizar una de las mayores salidas a bolsa de la historia. Según Reuters, OpenAI planea debutar en los mercados con una valoración de un billón de dólares, una cifra que duplicaría la capitalización de Netflix y superaría en 150.000 millones de dólares el valor de JPMorgan.
La operación se prepara para 2026, aunque no antes de la segunda mitad del año. La empresa dirigida por Sam Altman estaría negociando una ronda de financiación de 60.000 millones de dólares o más, una cifra que todavía podría variar a medida que avance la transacción.

De fundación sin ánimo de lucro a gigante cotizado
El salto al parqué no llega por sorpresa. OpenAI anunció hace dos días una reestructuración interna que lleva un año en marcha para transformarse en una compañía con ánimo de lucro. La OpenAI Foundation seguirá existiendo como entidad sin ánimo de lucro, pero conservará una participación de 130 millones de dólares en la nueva sociedad, OpenAI Group PBC.
El gran beneficiado de esta nueva estructura es Microsoft, que se queda con una participación de 135.000 millones de dólares, equivalente al 27% del capital. En otras palabras, la empresa fundada por Bill Gates pasa a tener más peso que la propia fundación que dio origen al proyecto.
Altman niega la fecha, pero el mercado huele el movimiento
Aunque las cifras marean, desde OpenAI insisten en enfriar las expectativas. «No tenemos en el foco una Oferta Pública Inicial, así que es imposible que tengamos una fecha de salida a bolsa», declaró un portavoz a Reuters. La compañía mantiene su discurso: su prioridad sigue siendo desarrollar la inteligencia artificial para beneficio global.
Sin embargo, el contexto sugiere otra cosa. El elevado coste de capital asociado a la IA —centros de datos, energía y hardware especializado— está empujando a la empresa a buscar nuevas vías de financiación. Y la bolsa, claro, es una de las más tentadoras.
Pérdidas millonarias, expectativas aún mayores
Pese al entusiasmo, OpenAI todavía no genera beneficios. Sus pérdidas se estiman en 500.000 millones de dólares, frente a una facturación prevista de 20.000 millones este año. Las cifras pueden parecer desequilibradas, pero en el universo de la IA, el presente importa menos que la promesa del futuro.
OpenAI ya ha demostrado que sabe cómo cambiar las reglas del juego. Si su salida a bolsa se confirma, el billón de dólares podría ser solo el principio de una nueva era: la de la inteligencia artificial cotizando en primera división.
 
				 
				 
				 
				 
				
 
						 
					 
										 
										 
										 
										 
										