Son el ‘palabro’ de moda. Los ya bautizados como planes Ahorro 5 anunciados en la nueva reforma fiscal del Gobierno no nace, ni mucho menos, con el beneplácito de buena parte del sector de gestión de activos, que no ven en este "experimento" ni un incentivo para ahorrar a largo plazo, ni tampoco para los ahorradores. Lo primero es evidente: limitan su plazo a 5 años, muy lejos del concepto de largo plazo que manejan en sus carteras los gestores de otros productos como fondos de inversión o de pensiones.
Tal y como explican desde iAhorro, estos productos pueden ser un seguro de vida (Seguros Individuales de Vida a Largo Plazo) o un nuevo tipo de depósito bancario (Cuentas Individuales de Ahorro a Largo Plazo). Y el cliente deberá elegir cuál de los 2 prefiere.
La novedad principal que trae consigo el nuevo producto radica en que para beneficiarse de la exención fiscal que permitirá no tributar como renta del capital en el IRPF el rendimiento obtenido, habrá que mantener el dinero durante esos 5 años, invirtiendo hasta un tope de 5.000 euros al año. Una limitación que, a juicio de los expertos, dejará fuera a muchos ahorradores.
Por el plazo, tal vez sean mayores competidores de los depósitos que de los planes de pensiones. Pero desde iAhorro recuerdan que al no poder cobrar de forma periódica los intereses, sino cuando venzan los 5 años, serán menos atractivos para el cliente tradicional de depósitos.
En definitiva, "nuevos productos de ahorro con exención fiscal de sus rendimientos, pero con importantes limitaciones en el importe, el plazo y las disposiciones, que le quitan mucho del atractivo que podría haber tenido si el legislador hubiera sido algo más generoso en su creación", aseguran. Una idea, la del poco interés para el ahorrador, que es compartida por numerosos directivos relacionados con el mundo de la inversión. "Un engendro", lo han llamado algunos.
"Con la Letra del Tesoro por debajo del 1%, cuando tú le dices al ahorrador que se meta en ese producto y, que para obtener la ventaja de la exención fiscal, la entidad que te lo ofrece debe garantizarte el 85% del capital, hay que hacer maravillas para obtener una rentabilidad superior a la inflación (por muy baja que esté)", explican José Miguel Maté, consejero delegado de Tressis. Y recuerda: "también habrá que pagar comisiones al banco o a la compañía de seguros. Por tanto, no es interesante para el ahorrador".
Desde la firma no descartan que, si existe cierta presión para comercializar los ‘nuevos depósitos’, la situación impacte en cierta medida en otros productos como los fondos de inversión. "La gente compra lo que la banca decide que compre", aseguran fuentes del sector. Aún así, desde gestoras como Tressis ?completamente independientes en este sentido al mantener una arquitectura abierta- siguen confiando en los fondos como mejor producto para la gestión del ahorro a largo plazo. "Gracias a dios, su fiscalidad no se ha tocado", explican.
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