Estamos atravesando una nueva revolución que, aunque silenciosa, ya está cambiando la manera en la que conocíamos la industria hacia un modelo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Si bien la industria 4.0 ha sido ampliamente reconocida en el mercado por integrar una serie de técnicas avanzadas y tecnologías inteligentes, también lo ha sido por no resolver una problemática que lleva siglos afectado a nuestras labores: no situar al ser humano al centro de los procesos motorizados. Sin embargo, es justo aquí donde entra la industria 5.0, su sucesora.
Tal como lo establece la Comisión Europea, la industria 5.0 será un motor clave de las transiciones económicas y sociales que están ocurriendo en nuestro continente. Es por ello por lo que, para continuar evolucionando y dirigiéndonos hacia la prosperidad, las empresas debemos liderar las transiciones digitales y ecológicas, reforzar el factor humano dentro de la industria y respetar los límites de nuestro planeta.
A diferencia de la Cuarta Revolución Industrial, la Quinta ha nacido para recordarnos que debemos apostar por el uso de energías más limpias y sostenibles con nuestro entorno. De hecho, ya son muchas las empresas que han implantado estas energías en sus infraestructuras. Tanto es así que la energía verde supone ya una cuarta parte de la energía final que consume el sector industrial, según el informe de la consultora Opina 360. Y, además, la industria española es la que ha alcanzado un mayor porcentaje de consumo de renovables entre las principales economías de la UE.
La industria 5.0 busca llevar a su predecesora hacia el siguiente nivel y añadirles un toque humano a sus pilares de automatización y eficiencia. Se apoya en la creatividad individual y posibilita un ecosistema donde los seres humanos y las máquinas inteligentes puedan colaborar sin que se vea afectada la mano de obra.
En la misma línea, la Comisión Europea establece los tres pilares fundamentales que soportan esta nueva revolución industrial: sostenibilidad, resiliencia y la centralización del ser humano en los procesos automatizados.
Sostenibilidad, resiliencia y factor humano, las claves de la nueva industria
La Industria 5.0 busca un futuro más sostenible donde las empresas puedan aprovechar las nuevas tecnologías para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, ayudar a ecologizar la economía y alcanzar la transición verde. De esta forma, las organizaciones pueden replantearse cómo construir nuevos modelos de producción que permitan cumplir con los nuevos objetivos sin causar daños colaterales al medio ambiente.
En la misma línea, la Industria 5.0 se enfoca en mejorar la eficiencia energética para utilizar la menor cantidad de energía posible y obtener los mismos o mejores resultados. Además, varios países ya están aplicando medidas normativas que obligan a las empresas a ser más eficientes y sostenibles. En España, por ejemplo, podemos usar de referencia al informe RISE (Regulatory Indicators for Sustainable Energy) elaborado por el Banco Mundial, en donde nos puntúa con 88 puntos sobre 100.
En cuanto a la centralización del ser humano, la Industria 5.0 se enfoca en los resultados que las personas podamos conseguir con la tecnología. Como ejemplos podemos utilizar a la inteligencia artificial (IA) o a los grandes modelos de lenguaje (LLM), que nos permitirán desde incrementar la eficiencia, mejorar la seguridad de la mano de obra o reducir costes. Al contrario de lo que se pueda pensar, la implementación de estas tecnologías no sustituirá la labor humana, sino que la complementará, ya que como defiende la nueva industria, es esencial.
Por último, la resiliencia, o la capacidad de superar las adversidades, se ha vuelto fundamental para las empresas en la actualidad. Esto se ha demostrado especialmente después de la pandemia, que visibilizó la vulnerabilidad y fragilidad de las cadenas de suministro en todo mundo. Además, debemos recordar que la resiliencia no es una mera consideración operativa, sino también una ventaja estratégica potencial que permite a las empresas aprovechar las oportunidades cuando sus competidores están menos preparados.
El futuro que nos espera
La industria 5.0 ha llegado para generar un profundo cambio en la manera en que nos relacionamos con la tecnología y sus herramientas. Tanto los empresarios como los trabajadores debemos aprovechar sus ventajas para dejar en el siglo pasado la relación que tenían previamente.
La nueva revolución industrial no abarca solo nuevas herramientas tecnológicas. Además, consiste en emplear la capacidad conjunta de las personas y las máquinas para generar oportunidades innovadoras, liberar el valor humano y promover nuestro propio desarrollo.
La industria 5.0 seguirá influyendo en nuevos campos, tal como ya lo hizo en el de las energías renovables. Seremos capaces de construir un futuro próspero para nuestro planeta y, por ende, para nosotros mismos. Para lograrlo, es esencial generar una profunda conciencia ética y realizar cambios significativos para cultivar una cultura que promueva la innovación, la experimentación y el bienestar humano. Solo así lograremos avanzar hacia el futuro y alcanzar la transición verde.
Opinión