Siemens Energy obtuvo un beneficio neto de 697 millones de euros en el tercer trimestre de su ejercicio fiscal, frente a las pérdidas de 102 millones registradas un año antes.
A pesar del avance del grupo, su división eólica, Gamesa, continúa en números rojos, aunque con una ligera mejora: las pérdidas se redujeron de 455 a 425 millones de euros.
El grupo explicó que la división de renovables sigue afectada por el aumento de los costes en proyectos de eólica marina y por las consecuencias del fallo en las turbinas 4.X, que llevaron a la compañía a una crisis profunda y a un plan de rescate con garantías públicas por valor de 7.500 millones de euros.
La venta del nuevo modelo que reemplaza a la 4.X ha comenzado recientemente. En paralelo, la cartera de pedidos ha alcanzado los 16.600 millones de euros, un 65% más que hace un año, gracias a nuevos encargos, entre ellos, dos parques eólicos en el Báltico.
El buen desempeño del grupo también se apoya en el área de tecnología de redes, donde la ganancia operativa subió un 90%, hasta los 448 millones de euros.
En junio, Siemens Energy liberó las garantías estatales antes de lo previsto, una decisión facilitada por la solidez de los resultados. Para el cierre del ejercicio fiscal, que termina en septiembre, el grupo prevé un beneficio neto cercano a los 1.000 millones de euros, dejando atrás previsiones anteriores que contemplaban un año sin beneficios ni pérdidas.
Desde comienzos de año, las acciones de Siemens Energy han subido cerca del 100%, reflejo del cambio de ciclo tras la crisis industrial derivada del fracaso de la turbina 4.X.