Toyota dejó este miércoles a más de uno con el pie cambiado. El fabricante japonés puso en duda los 10.000 millones de dólares (8.704 millones de euros) que Donald Trump anunció como inversión de la compañía en Estados Unidos la semana pasada.
«Lo he leído en los periódicos», respondió con cierta ironía Kenta Kon, director financiero de Toyota, al ser preguntado por la cifra durante la presentación de los resultados financieros semestrales de la firma.
Kon aseguró que Toyota seguirá «haciendo inversiones considerables en EE. UU.», aunque evitó confirmar o desmentir los números lanzados por el expresidente estadounidense. «Tenemos planes de inversión estables en adelante, pero no sabría decir realmente si son 10.000 millones», añadió.
El directivo también reconoció que Washington quiere ver un incremento del empleo y que la compañía está «considerando hacer algo» respecto a su producción en territorio norteamericano. Pero no dio más pistas. «Si hay alguna petición para ese fin, la consideraremos», zanjó.
Las declaraciones llegan tras las palabras de Trump en Tokio, donde aseguró que Toyota “va a montar plantas por todo Estados Unidos por valor de más de 10.000 millones de dólares”. Una afirmación que, según Kon, parece haber salido del taller de rumorología más que de los despachos de Toyota.
El expresidente hizo el comentario durante un discurso a las tropas estadounidenses en la base naval de Yokosuka, al sur de Tokio, el pasado lunes, tras agradecer a Japón sus «grandes inversiones» y animar a los presentes a «salir y comprar Toyotas».
Mientras tanto, la compañía automovilística atraviesa su propio bache: su beneficio neto cayó un 7 % interanual entre abril y septiembre, lastrado por los aranceles del 15 % que Estados Unidos aplica a los vehículos y autopartes japoneses.
Aun así, las ventas del grupo crecieron un 5 %, hasta los 4,78 millones de vehículos, con un aumento del 9,9 % en el mercado estadounidense. Un dato que demuestra que, aunque Trump se adelante con los anuncios, el negocio de Toyota en EE. UU. sigue funcionando… incluso sin 10.000 millones sobre la mesa.
