Unesid, la organización que agrupa a las empresas siderúrgicas españolas, ha advertido este miércoles que la subida de aranceles al 50 % al aluminio y al acero europeo supone en la práctica el cierre del mercado estadounidense para estos productos.
La asociación denuncia que ya se están cancelando pedidos y solicita medidas urgentes.
«Este nuevo escenario ha tenido consecuencias inmediatas», señala Carola Hermoso, directora de Unesid. La organización reclama a la UE ayudas directas y la creación de un instrumento de defensa comercial, tras la imposición del nuevo arancel por parte de EE.UU.
Según Hermoso, el anterior arancel del 25% permitía todavía repartir el sobrecoste con los clientes, pero la subida al 50% está impactando directamente en mercancías que están ya en tránsito.
Pérdidas millonarias y pedidos cancelados
Unesid alerta de que ya hay cancelaciones de pedidos en curso y aplicación directa del nuevo arancel a exportaciones que no estaban previstas bajo esas condiciones.
La asociación estima que el impacto económico será de miles de millones de euros, lo que amenaza la viabilidad de buena parte de la cadena siderúrgica.
En paralelo, Estados Unidos importa 27 millones de toneladas de acero al año, lo que representa el 28 % de su consumo total. El efecto de esta política comercial puede tener repercusiones tanto en Europa como en el propio mercado estadounidense.
Distorsiones internas y caída de competitividad
Unesid advierte también del efecto colateral de desvío comercial desde terceros países hacia Europa, lo que está generando distorsiones internas y mayor presión sobre los productores europeos.
Hermoso recuerda que la cuota de la Unión Europea en la producción mundial ha caído del 21% al 6% en dos décadas, mientras que el consumo europeo se ha mantenido. Esto, señala, refleja un retroceso severo en competitividad.
Marco común de defensa comercial
La organización reclama a la UE una negociación ágil con EE.UU. y la creación de un nuevo instrumento común de defensa comercial. También pide al Gobierno español y a la Comisión Europea un paquete urgente de ayudas directas para las empresas afectadas.
«El tiempo de actuar es ahora», subraya Hermoso, que añade que la industria europea no puede competir en igualdad de condiciones con países que no aplican estándares ambientales o laborales similares.
Por último, advierten de que este problema no es solo europeo: en Estados Unidos ya se están percibiendo los efectos de la medida y todo indica que el país está entrando en un proceso inflacionario severo.