La Cámara Baja del Parlamento alemán ha aprobado dos iniciativas clave del Gobierno de coalición para aliviar la carga fiscal de las empresas y proteger a los inquilinos en zonas tensionadas.
Se trata de un paquete de medidas fiscales para estimular la inversión privada y de la ampliación del freno al precio del alquiler hasta 2029.
El llamado «programa para inversiones inmediatas» pretende mejorar la rentabilidad y la liquidez empresarial. Entre las medidas destaca una reducción de impuestos de hasta el 30% sobre gastos en activos fijos realizados entre 2025 y 2027.
También se contemplan ventajas fiscales para la movilidad eléctrica. Las empresas podrán deducirse hasta el 75% del coste de coches eléctricos de empresa de hasta 100.000 euros, siempre que se adquieran entre el 30 de junio de 2025 y el 1 de enero de 2028.
Otra medida relevante es la reducción progresiva del impuesto de sociedades del 15% al 10% entre 2028 y 2032.
El Ejecutivo liderado por Friedrich Merz busca con ello revitalizar la economía alemana, que ha encadenado dos años consecutivos de recesión y enfrenta un crecimiento estancado del PIB en 2025.
Se calcula que las empresas ahorrarán 46.000 millones de euros gracias a este paquete. «La política fiscal juega un papel decisivo en el apoyo al crecimiento y la innovación», han destacado los partidos gubernamentales. El texto aún debe pasar por la Cámara de Representación Territorial o Bundesrat.
Por otro lado, el Parlamento ha acordado prorrogar hasta 2029 el mecanismo que limita el aumento de los alquileres en zonas con escasez de vivienda, con el respaldo de CDU/CSU, SPD y Los Verdes. «La vivienda es un derecho básico, no un lujo», ha defendido Sonja Eichwede, diputada socialdemócrata, durante el debate.
La extensión del freno al precio del alquiler es solo «un primer paso», según Eichwede. En 2026, se espera que un grupo de expertos presente nuevas propuestas en materia de vivienda, conforme a lo pactado en el acuerdo de coalición.
