La banca de Wall Street suele registrar buenos resultados en el primer trimestre del año a la ola de movimientos corporativos, pero la inestabilidad de los mercados de enero y febrero ha frustrado las expectativas. La primera entidad en presentar resultados ha sido JP Morgan que ha presentado una caída del beneficio neto del 6,7% hasta los 5.520 millones de dólares.
La entidad ha indicado que se ha visto afectada por la división de banca de inversión y el mal comportamiento de la renta fija y el desplome de los precios de materias primas que golpea a la cartera crediticia expuesta al sector energético. Aunque la entidad no ha detallado cifras, el banco dotó en provisiones 1.824 millones de dólares por riesgo de crédito. Los ingresos retrocedieron un 3% hasta los 23.400 millones de dólares.
El presidente y consejero delegado de la entidad, Jamie Dimon, calificó de "sólidos" los resultados de JPMorgan Chase, destacando el crecimiento de los préstamos y depósitos de consumidores, lo que apunta a que el crédito al consumo se mantiene saludable y las tendencias son favorables.
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