El mercado laboral estadounidense sorprendió en junio con la creación neta de 147.000 empleos, lo que permitió reducir la tasa de paro una décima, hasta el 4,1%, el nivel más bajo desde febrero. El dato, publicado este jueves por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), superó las previsiones del consenso de analistas, que esperaban en torno a 110.000 nuevos puestos.
Este resultado rebaja la presión sobre la Reserva Federal para aplicar de inmediato una bajada de tipos de interés, como ha venido exigiendo el presidente Donald Trump desde hace meses.
La reducción de la tasa de paro se explica en parte por una caída en la tasa de participación laboral, que bajó al 62,3%, el nivel más bajo desde finales de 2022.
El empleo público estatal y local lideró la creación de puestos con 73.000 nuevos empleos, mientras que el gobierno federal destruyó 7.000. El sector salud añadió 39.000 empleos netos y la asistencia social, 19.000.
Contrastes sectoriales
El sector manufacturero volvió a mostrar debilidad con una pérdida de 7.000 empleos, mientras que la construcción mantuvo el dinamismo, sumando 15.000 nuevos puestos.
El coste laboral por hora trabajada aumentó un 3,7% interanual, consolidando la tendencia moderada de los últimos meses.
Por grupos poblacionales, la tasa de desempleo entre los hispanos se mantuvo estable en el 4,8%, mientras que bajó al 3,6% entre la población blanca y subió al 6,8% entre los afroamericanos.
Los buenos datos laborales enfrían la expectativa de una bajada inmediata de los tipos, que la Fed mantiene desde diciembre en el rango del 4,25% al 4,5%. Mientras tanto, Trump continúa sus críticas a Jerome Powell, presidente de la institución, al que calificó este miércoles como «muy lento» y del que pidió directamente la dimisión.